Tepatitlán en el Tiempo

La secundaria

Por Juan Flores García

En el terreno que todavía en el año de 1916, según sé era escuela de niñas fundada por el señor Cura Samartín y que había pertenecido a la iglesia y en virtud de las Leyes de Reforma pasó en el año de 1857 a ser propiedad del municipio, estuvo por muchos años también un salón teatro y cine que se llamó el Samartín. Ese terreno estaba frente al curato con un jardín de por medio, que tumbaron para hacer la plaza Morelos, lugar que hasta hace algunos años los domingos se llenaba de puestos donde se vendía costura y como se dice con un gentío que no se podía ni caminar. Pues en ese terreno, en la esquina de las calles Samartín e Independencia, donde es hoy la Casa de la Cultura, el 6 de octubre de 1958 se fundó la Escuela Secundaria “José Cornejo Franco”.
Precisamente en ese lugar se construyó un edificio de una planta, sencillo pero cómodo, con espacio suficiente para salones de clase, los necesarios en ese tiempo para impartir la enseñanza. Este edificio se construyó a iniciativa de un grupo de cultas personas que deseosas de establecer una escuela secundaria, para que nuestros jóvenes que terminaban la primaria pudieran tener la facilidad de ampliar sus conocimientos sin más esfuerzo que ese deseo de estudiar, unieron sus talentos para fundar esta institución.
Este grupo estaba integrado por doce hombres y una mujer. Se impuso el nombre de “José Cornejo Franco” a esta escuela precisamente para honrar a uno de sus fundadores, un hombre que con su inteligencia privilegiada dio lustre a nuestra tierra al ocupar puestos muy altos, como en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, donde dio cátedra de Historia Universal, de México y de Jalisco, destacado siempre por sus conocimientos y su entrega el señor profesor Don José Cornejo Franco que fue uno de los fundadores.
Lo acompañaron en esta empresa, don Francisco Gutiérrez de la Torre, ex presidente municipal, célebre por su claridad para decir las cosas, dueño de aquella famosa panadería y de muchas anécdotas, y de aquellas que les llamamos “puntadas” que se le ocurrían tan oportunamente. El Dr. Benjamín Álvarez Chavira, médico venido de Guadalajara en aquel año de 1940 en el que hemos mencionado que llegó a Tepa para prestar su servicio a los trabajadores de la carretera, se quedó encariñado con la gente, por la solicitud de sus servicios médicos, sobre todo la de escasos recursos. Conmovido por la carencia de médicos en esos años aquí en Tepa, no se negaba a dar servicio a la hora que fuera ni al lugar por lejos que estuviera. Así fue el Dr. Benjamín Álvarez Chavira.
El ingeniero Rosendo González de la Mora fue uno de los primeros ingenieros que en Tepa se conocieron, cooperó y unió su parecer a la idea de servir a través de esta fundación, y creo que dirigió la construcción del edificio.
El Lic. Gilberto Becerra, fue fundador y maestro de la escuela por muchos años. Don Ramón Padilla, Presidente Municipal en ese tiempo. Lic. José Cruz Gómez Ruelas, aquel Lic. Cruz que todos conocimos y que fuera tan activo en su cargo como Notario Público. El Dr. Ignacio Fragoso G., profesionista íntegro y apasionado de la cultura.
Seguimos con el Dr. Manuel González Vargas, digno y honorable señor que con su inseparable saco que usaba siempre, lo hemos conocido como el Dr. Vargas, hombre de recia estatura, magnífico esposo y padre ejemplar, brindó su apoyo desinteresado a esta escuela. La señorita Profra. Leonarda Vázquez Romo, dama que amó a la niñez y dedicó su vida hasta su partida a la enseñanza de varias generaciones de niños que la recuerdan con cariño.
El Dr. Francisco González Reynoso, hombre apasionado de clara inteligencia y recia personalidad. Distinguido por su forma de expresarse en aquellas reuniones de personas interesadas en obtener más cultura a través de su saber, sus conocimientos tanto de su profesión como en las letras. La fatalidad se ensañó en su persona. El Dr. Reynoso como le decíamos, sufrió la pérdida de su voz y la amputación de una de sus piernas, lo que limitó sus pasos hasta que Dios lo recogió. El Lic. Daniel Franco Pérez, también participó en este grupo de fundadores de esta casa de estudios y nuestro nunca olvidado Señor Cura Don Luis Navarro Romero, trabajador incansable que al poco tiempo de su llegada participara activamente en difundir el conocimiento, constituyéndose en uno de esos trece pilares, que sostuvieron aquel ya desaparecido edificio, que con la sencillez que fue construido acogió en su seno a los primeros alumnos que recibieron de sus mismos fundadores que fungieron como maestros, el conocimiento de cada materia.
El día 17 de septiembre de 1958 el entonces Gobernador de nuestro estado, Lic. Agustín Yáñez Delgadillo, al llegar a inaugurar la primera Secundaria en Tepatitlán, manifestó su deseo de imponer el nombre de “José Cornejo Franco” a esta escuela como un acto de justicia para con quien siendo de esta tierra roja y gran benefactor de las juventudes de Jalisco a través de su callada labor, merecía este honor.
Otra persona que contribuyó grandemente al servicio de esta escuela fue el señor Don Juan Castellanos, quien estuvo a cargo también de la biblioteca que ocupó el lugar que hasta hace algunos años fue la oficina del Registro Civil. Esa biblioteca con afán y cariño fue atendida por don Juanito como se le conocía. Tuvo como oficio la carpintería y sin familia, vivía solo, aficionado a los gallos de pelea, lo conocimos cuidando amorosamente a sus animales, tenía su taller y su casa en la escuela, la cual cuidaba amorosamente. Que Dios tenga en su gloria a los que se ausentaron y salud para los que viven, fundadores de la escuela secundaria “José Cornejo Franco”. Por eso decimos que así fue Tepa en el Tiempo.

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