+ Faltaban los dos últimos candidatos

+ No todos son del Yunque en el PAN

Ahora sí, parece que todos los partidos políticos en Tepatitlán ya designaron sus candidatos para la alcaldía. Faltaban solamente dos que anunciaran sus gallos y aunque todavía no lo hacen de manera oficial, por lo menos uno de ellos ya mandó un correo electrónico a los medios de comunicación para avisar que ya tienen abanderado; el otro partido no tiene que mencionar nada pero sencillamente no tiene más que dos militantes de los cuales uno es regidor y entonces por lógica el otro se convierte en candidato.

De los candidatos del PAN y del PRI ya se ha hablado mucho y sobra lo que se pudiera decir de ellos en esta columna. De Convergencia, que está compuesto por la misma gente que hasta hace unas semanas daba vida al Sol Azteca en Tepatitlán, se hablado menos pero igual los que viven o se dedican a la política, lo tienen bien identificado.

Roberto Alcalá Guerrero tiene la ventaja de tener un papá con mucha experiencia en temas electoreros, Roberto Alcalá González, a quien en las últimas elecciones varios que le habían prometido su voto le dieron la espalda a la hora del voto, además que esa alianza con el PT –ordenada desde arriba por el propio Peje- en vez de ayudarle le perjudicó porque el IFE dividió los votos que obtuvo Alcalá entre su partido y el petista y de esta manera le quitó la regiduría que hubiera alcanzado si solo se hubiera lanzado por el PRD.

Pero volviendo al hijo, se verá si la familia Alcalá logra hacer que la simpatía perredista los siga ahora a Convergencia, probablemente sí, porque tenían su grupo fiel de seguidores. Hay que recordar que el PRD y la izquierda en general en Tepatitlán no existían antes de que Roberto Alcalá los abanderara.

Y hablando del partido amarillo y negro, los pocos que quedaron en él se quejan de que Roberto Alcalá ahora que se fue al Naranja dejó literalmente en la calle al Sol Azteca, pero en honor a la verdad, el “compadre” era el que ponía de su bolsa para que el partido funcionara, además de facilitar una oficina de su propiedad y personal pagado por él y está por demás mencionar el mobiliario, cómputo, etcétera.

La cosa es que el PRD ni siquiera tiene un teléfono o un domicilio donde atender a la gente, pero esto no amilanó a su recién nombrado candidato, el doctor Reymundo Núñez, quien trabaja en el Seguro Social y además da clases en la Prepa Regional. Reymundo es un hombre formado al estilo original de la política que imperó hace tiempo, aquella que ni de lejos tenía tratos con la iglesia y tenía dosis de jacobinismo y liberalismo.

El doctor dice que siempre ha querido ayudar a la gente desde otra trinchera que no sea donde normalmente se encuentra, la medicina y el magisterio, además de señalar que en Tepa se notan ya signos de desgaste en la sociedad, por mucho que sus habitantes lo oculten o no se den cuenta.

Pero bueno, habrá que ver cómo le va al profe Núñez, quien se le ve como una persona que realmente piensa en sus semejantes y con un discurso auténtico al que habría que quitarle todo ese rollo del que a veces abusan los políticos, podría lograr nuevos adeptos para el perredismo, que juntos con los que no siguieron a Roberto Alcalá quizá podría ser suficiente para una regiduría, o quizá no. En contra está de que ahora el PRD se convirtió en partido sin recursos, pobre, que lo único que tendrá será lo que le de el IFE en campañas y lo que aporten el propio candidato y demás integrantes.

Falta el Verde Ecologista en nombrar candidato, aunque es un hecho que será Guillermo González, quien hace seis años hiciera campaña con Juan Carlos Castellanos (cada quien por su partido) en una alianza. Ahora el PVEM no hará alianzas con nadie e irá solo por la alcaldía; habría que ver en una eventual regiduría si esta vez se va al partido de mayoría o de oposición a la hora de tomar decisiones.

Nomás faltó el PANAL de nombrar candidato; aunque se manejaban nombres para ello, gente perteneciente al magisterio, al final no pasó nada y por ahí se menciona que van a ir en alianza con el PRI y Cecilia González a cambio de dos regidurías. Ni Cecilia ni los panalistas han querido decir quiénes son esos dos que representarían a Nueva Alianza en la planilla priísta, pero sería lógico que fueran los dos que hasta hace poco buscaban ser candidatos directos a la alcaldía, pero mejor no adelantamos nada y esperemos.

Juntos pero no revueltos

A la redacción llamó el distinguido panista Francisco Cortés Navarro, diciendo que no todos los que apoyaron la candidatura de Enrique Carrillo eran del Yunque. Tiene razón don Quico, él y otros más que estuvieron de lado de Carrillo no tienen nada que ver con esa organización de derecha extrema; de hecho este Semanario nunca dijo que todos fueran yunquistas y ni siquiera se menciona el nombre de Francisco.

Siendo estrictos, no habría manera de demostrar quién sí es del Yunque, pues ni siquiera es una organización visible y menos da acreditaciones oficiales a sus miembros, pero la gente identifica a algunos como tales y como dice el dicho: “cuando el río suena es que agua lleva”.

Quico es un panista de amplia trayectoria pero que nunca ha buscado un cargo público importante y sólo se ha dedicado a apoyar a su partido y a los compañeros que sí buscan algún puesto de elección popular. Esta vez decidió por unir fuerzas con un grupo heterogéneo pero de identidad asociada al neopanismo y ex sinarquismo, grupo que perdió la candidatura frente a los tradicionales, donde todos sus integrantes están plenamente identificados con la doctrina original y comandados por los Pumas, una familia panista desde el nacimiento y donde los hermanos han hecho carrera dentro del partido y escalado posiciones cada quien por su lado.

Se podrá decir lo que quiera de los Pérez Martínez, menos que son flojos, pues iniciaron desde abajo a golpe de trabajo y dedicación.

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