33 Aniversario sacerdotal

+ Lo celebraron en Atemajac del Valle


Por Oscar Maldonado Villalpando

Abordaron el seminario en 1961, a impulso de vientos conciliares y transformación de paradigmas. Fue la mañana del sábado 18 de abril de 1976 en la catedral de Guadalajara. El asombro primero de dejar el hogar, de alejarse de la tierra fue transformándose en plácida convivencia.

El tiempo planteaba retos y cambios de vértigo, Tapalpa, Santa Teresita y San Martín a la llegada, luego en 1964 a estrenar el menor nuevo. La valentía y espíritu pastoral del Pastor, José Salazar, hizo posible los cambios convenientes. Dos nuevas Iglesias particulares nacían a la vida religiosa en la nación mexicana: San Juan de los Lagos y Cd. Guzmán, en junio de 1972, la cuestión incidía de lleno en esta generación de seminaristas que hubieron de tomar decisiones, elegir diócesis. Aunque siguieron estudiando juntos, ya estaban señalados a distintos destinos, a ello se sumaban alumnos de otras diócesis y órdenes religiosas que se agregaron a terminar la carrera sacerdotal en el seminario mayor de Chapalita de 1972 a 1976, en que se puede señalar como el arribo a la meta, al menos simbólicamente, ya que la fecha de ordenación fue variable según las circunstancias de cada región. Guadalajara, Saltillo, Cd. Obregón, Aguascalientes, San Juan y Cd. Guzmán, etc.

Como cuando la familia se dispersa, así se dijeron adiós. No obstante siguió la comunicación, las celebraciones a cada aniversario. Revistieron especial entusiasmo los 25 años en la capilla del seminario mayor en Guadalajara. 30 años en la basílica de Zapopan. Ahora en Atemajac del Valle. Fue a las 12 del día la ceremonia.

El encuentro tuvo detalles muy significativos. Se invitó a presidir al padre José Larios, en aquellos años era vicario de Atemajac de Brizuela y ahí ayudaba a atender a estos alumnos en vacaciones de comunidad, después fue confesor durante la estancia de esta generación en Tapalpa. Un sacerdote, entonces, joven, impetuoso, cabalgaba en un cuaco negro de buenas modos y hechura, cruzaba por la Sierra de Atemajac para llevar a los distintos lugares la Buena Nueva. El padre Larios ha completado la cuenta de ameritados 50 años de ministerio.

La misa de acción de gracias fue en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Atemajac, el del Valle que dio abrigo a la ciudad de Guadalajara. Por Federalismo norte, calles Iturbide y Emiliano Zapata, antes de las doce del día 21 de abril de 2009.

De San Juan de los Lagos participaron el P. Miguel Ángel Pérez, Cango. Ignacio Hernández, Anastació Ulloa y Pedro Ruiz. En esta sede parroquial está destinado José Luis Gallo, que hoy es anfitrión de sus compañeros.

Llámó a los que Él quiso. MC. 3,13.

Esta frase que precede a la elección de los apóstoles fue la inspiración para el sentido mensaje del invitado.

¡Qué buenos eran para comer estos muchachos! ¡Nada les hacía daño! Comían en abundancia de todo. La razón fundamental porque son sacerdotes es porque Dios así lo quiso. Respetuosa memoria de cuatro sacerdotes que han terminado este peregrinar: J. María Ávila, Antonio Larios, Luis Robles, Gustavo Flores.

Cuando se terminó la santa misa pasaron a la estancia de casa cural, sencilla y agradable, donde el Padre José Luis Gallo Mercado, los atendió muy bien.

Reunión anual del primero de mayo en el seminario menor de Los Cubos. Lo muy sobresaliente fue la presencia de muchos compañeros que se retiraron del seminario pero que siguen cultivando la amistad nacida al calor de vida común de los primeros años. A ellos también se les agradeció su presencia y apoyo. Invitación al paseo el 25 de mayo de 2009 a Manzanillo, claro si el trabajo pastoral lo permite.

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1 Comentarios

  1. Esos muchachos, hicieron muy bien en invitar al Padre Larios, quien como siempre, con esa generosidad que lo caracteriza acudió con enorme gusto, y siendo que él también en este 2009, para ser exactos, el 1o de enero, ha cumplido 50 años de sacerdote: Bodas de oro...

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