Facturas
Por Ramón Muñoz de Loza
La derrota del PAN en Tepatitlán provocó una catarsis que trae locos a los políticos del municipio, no sólo en ese partido, también en el PRI, en el Verde, en Convergencia, en el PRD.
Hacía muchos años que no se registraba lo ocurrido el pasado 5 de julio; y lo debemos plantear en un debate social, pues lo ocurrido en esa jornada es digno de un buen debate.
¿Por qué perdió el PAN? Ya se ha escrito bastante, pero ¿por qué no ganó Convergencia, PRD o Verde en Tepatitlán?, la respuesta es más compleja: falta de estructura, apatía, desgaste de los cuadros de cada partido. Ausencia de interés.
La gran pregunta que aún nadie se puede contestar es ¿Por qué ganó el PRI?
La respuesta al triunfo de Cecilia González Gómez en la jornada del 5 de julio aún no la encuentran, ni propios ni extraños.
Los ajenos al PRI ya comienzan a correr apuestas sobre las broncas que tendrá la Señora de Viajes Altur: Los nombramientos de funcionarios, la Seguridad Pública (que ha tenido tres directores en tres años), el empleo (desempleo de mujeres y jóvenes), el narcomenudeo, la Feriabril, los servicios básicos a colonias periféricas, la atención a las Delegaciones, la municipalización de Capilla de Guadalupe con o sin San José de Gracia. Y por supuesto, el pobre presupuesto –con posible deuda- que la “crisis mundial” le heredarán.
Esos son, por decir lo menos, algunos de los pequeños grandes retos que le esperan a Cecilia González a partir del 1 de enero próximo.
Pero esos son los retos públicos. Ahora Cecilia trae un torbellino que huele a huracán categoría 4 en las costas de Mariano Jiménez y González Gallo. Ahí ya se prepararon los lugareños con víveres suficientes para sobrevivir de aquí al 1 de enero y, si no se los lleva la corriente, de ahí a los siguientes tres años.
Sin embargo, la fuerza con la que algunos promotores de Cecilia llegaron a este temporal, les hace suponer que traen solvencia para cortar de tajo hasta las líneas telefónicas del edificio tricolor, no sólo a su dirigencia.
Cecilia pues, tiene en sus escritorios no sólo un gran cúmulo de solicitudes de empleo, de currículas de aspirantes a funcionarios, y un archivero enorme de pendientes por resolverle al municipio. Trae también una serie de facturas por pagar que en el camino de la corta campaña se le fueron acumulando.
En ese sentido, Cecilia debe enviar la primera señal de fortaleza, haciendo efectiva una de las frases de su campaña: demostrar que esa polla si es de… decisiones, que le permitan ordenar a su partido. Le permitan estructurar un equipo sólido a su alrededor para el primero de enero, tener suficiente capacidad para dar gusto a los tepatitlenses esperanzados en “hacer realidad el cambio” y demostrar que aquello que la naturaleza no les dio a las mujeres, forma parte, en verdad, su estrategia de pre-gobierno.
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