Manifestaciones de cariño a la Virgen

Pastora que cruza la
historia de la región


Por Oscar Maldonado Villalpando


Hoy como antaño, este pueblo, ha vivido su real situación de desamparo en el aspecto social. No ha habido diligencia ni capacidad en las autoridades para defender a la gente de las enfermedades, así sea con medidas preventivas e higiénicas. No… Los barrios han enfrentado en carne viva el azote de Influenza y del Dengue, sin recibir siquiera un paliativo temporal a sus dolores.

Solamente ha contado con el consuelo espiritual que nace de su fe y de su devoción a la Virgen de Zapopan. Así los días cercanos al 12 de octubre la ciudad se volcado para aclamar y honrar a tan querida madre en su misa de patronato y en su entrañable romería. Y este, al parecer, es el único consuelo valedero.

¿A dónde más podría voltear sus ojos este pueblo agobiado?

-¿Gobierno?
-¿Partidos?
-¿Hospitales ricos?
-¿Ricos capitalistas?

En el momento que llega la epidemia a una familia, no tiene otro recurso que su fe y sus menguados haberes. ¡Hoy! No estamos hablando de los aciagos años… no son los áridos años apenas pasada la conquista, hoy en esta hora de luces incomparables, de televisoras exitosas y engañadoras, que pintan mundos inexistentes, hoy con estos políticos brillantes y casi omnipotentes, es hoy cuando a este pueblo le suceden estas mil desgracias. Es hoy 500 años después.

Por eso en esta Romería de La Virgen de Zapopan el pueblo ha reconocido a la bienhechora, a la protectora, a su defensora. Los cantos, las celebraciones de fe, indudablemente, en mucho han ungido tantas heridas de un pueblo tan abandonado y desatendido por instituciones y gobierno.




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