Sumario

¿Quién sigue?

No sólo el Sindicato Mexicano de Electricistas ha abusado de su poder para obtener privilegios en perjuicio de los mexicanos, de todos, no sólo de los habitantes del Valle de México. El sindicalismo en general está muy desprestigiado en nuestro país, gracias al abuso permanente en que incurren especialmente los sindicatos de trabajadores al servicio del gobierno y de organismos públicos descentralizados y las universidades. ¿Qué me dicen, por ejemplo, del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana, el famoso SETSUV?, ¿en qué son diferentes Martín Esparza y doña Eloína Vargas?

Los sindicatos que agrupan a los trabajadores que laboran en las empresas privadas no abusan porque no pueden, o por lo menos no lo hacen impunemente, saben que si le estiran demasiado a la cuerda a la hora de revisar el contrato colectivo se puede reventar ésta, y lo de menos es irse a la huelga pero se puede perder la lucha y al final quedarse todos sin trabajo, indemnizados conforme a la ley en la mayoría de las ocasiones, pero con frecuencia también dicha indemnización va a parar a la cantina con los amigos y en cuestión de meses el trabajador y su familia se quedan en el total desamparo. Y todo por haber pedido, exigido, más de lo que la empresa les podía otorgar.

Por eso un buen líder, y me parece que Francisco Hernández Juárez, por ejemplo, lo es al frente de los telefonistas, pide, exige, amaga y emplaza hasta donde sabe que puede presionar al patrón, no más allá. El sindicato que dirige fue muy poderoso y sus agremiados progresaron notablemente cuando los teléfonos pertenecían al gobierno, pedían entonces las perlas de la Virgen y el patrón se las concedía, total, no era su dinero, hasta que la empresa le fue vendida a don Carlos Slim, a partir de ahí sus salarios y prestaciones empezaron a decaer hasta llegar a ser un sindicato normal, común, que negocia en cada revisión de contrato un aumento salarial decoroso (de por sí no ganan mal porque la mayoría son técnicos cuyo trabajo no lo sabe hacer cualquiera) y si es posible alguna nueva prestación, pero nada exorbitante, porque el patrón preferiría cerrar la empresa y liquidarlos a todos antes que ceder a demandas desmedidas que le ocasionen pérdidas, esta palabra no está en el diccionario del dueño de Telmex.

Por eso sigue siendo líder Francisco Hernández Juárez, porque supo serlo y aprovechar (abusar) cuando el patrón era el gobierno, y sabe serlo ahora cuando sabe también que ya no puede abusar.

Los sindicatos del gobierno y sus líderes, en cambio, siempre podrán abusar, porque el que les paga no lo hace de su bolsa, al gobierno ningún trabajo le cuesta ganar el dinero como no sea recaudarlo, así que no tiene por qué cuidarlo si no es suyo. Si el SNTE, el más nefasto de los sindicatos (por el daño que le causa a la niñez y por lo tanto a la nación con la reiterada suspensión de clases) exige que los profesores tengan derecho a faltar un día a sus labores cada mes, el gobierno se los concede; si quiere otro día, entre semana, para que los maestros jueguen futbol, concedido; si quieren dos aumentos de salario cada año, adelante; no hay problema y que trabajen cuando quieran; y si algún maestro degenerado abusa de una alumna, cuidado y pretende correrlo la Secretaría de Educación, el gobierno pues, el patrón, porque el sindicato le organiza una marcha y dos meses de plantón.

Y lo mismo pasa en Pemex, en el Seguro Social, en el ISSSTE, en la CFE, y así pasaba en los ferrocarriles cuando había trenes (hasta que se los acabaron); pasa en la UNAM, en la UAM y pasa en la UV, piden y piden y vuelven a pedir, no tienen llenadera. Mientras que los sindicatos de las empresas privadas negocian cada año o cada dos un pequeño aumento salarial (los no sindicalizados ni eso, pasan dos, tres, cinco o diez años sin que nos aumenten el sueldo) y alguna mejora, leve, en sus prestaciones; los sindicalizados del gobierno exigen lo que sea y se les tiene que conceder.

"LFC se obliga -dice una cláusula del contrato colectivo del SME- a dar a sus trabajadores los permisos con goce de salario por el tiempo necesario, dentro de la jornada normal, en un lapso de 10 días naturales y previa comprobación médica, cuando por mordedura de un perro o de cualquier otro animal susceptible de transmitir la rabia..." Eso es ser previsor chingao, prever hasta que los muerda un perro para tener derecho a faltar al trabajo el tiempo que consideren necesario y con goce de sueldo. Ya no habrá más revisión de contrato, de lo contrario la siguiente exigencia sería una indemnización en el caso de que a algún trabajador lo orine un perro, o peor aún, un burro...

Parece guasa pero es un auténtico abuso. Ciertamente los electricistas cuando acuden a algún domicilio, como los carteros, corren el riesgo de que los muerda un perro, si se apendejan, pero igual el Seguro Social les daría un comprobante de incapacidad si lo ameritan, como a cualquier otro trabajador afiliado al IMSS aún sin estar sindicalizado. Pero aquí no se trata de que puedan trabajar o no, de que la mordida del perro sea grave o no, se trata de exigirle a la empresa (LyFC) cualquier cosa que se les ocurra y doblegarla, obligarla a que les conceda lo que se les pegue la gana.

Entre las prestaciones exigidas y otorgadas de acuerdo con el contrato colectivo de trabajo, se incluyen cantidades para renta, transporte, energía eléctrica gratuita, préstamos para seguros de automóviles, útiles escolares, anticipos de fondo de ahorro por vacaciones, bueno... si un trabajador de Luz y Fuerza tenía que desplazarse de una delegación a otra del Distrito Federal para realizar un trabajo temporal, la empresa tenía que pagarle los gastos de transporte, alimentación, hospedaje y el lavado de su ropa de uso personal. Qué tal...

En los últimos 5 años el SME ha recibido, sólo de prestaciones, un promedio de 4 mil 60 millones de pesos anuales. Del 2004 al 2008 LFC le entregó 20 mil 301 millones de pesos, sólo por prestaciones, repito. La empresa le debe entregar mensualmente 115 mil pesos al sindicato para el sostenimiento de su escuela en el DF, por ejemplo, y el nuevo gimnasio que inauguró esta semana el SME junto con un gran estacionamiento, tuvo un costo de 103 millones de pesos. ¿Que se lo merecían?, por supuesto que se lo merecían, como se lo merecen otros sindicatos que no pueden alcanzar esos logros, y como nos lo merecemos todos los demás que trabajamos y que ni a sindicato llegamos. Esa no es la discusión, el tema es que a ellos, y a los del SNTE, y a los de Pemex, y a los del IMSS y a todos los que trabajan para el gobierno, éste puede concederles todo, y a los demás que el carajo nos lleve...

Y esos gandayas son nuestros empleados, es lo que más coraje da. Porque al trabajar en una empresa o en una dependencia del gobierno, trabajan para nosotros; sus sueldos y prestaciones salen de lo que pagamos los ciudadanos, el gobierno no produce, sólo recauda impuestos; somos sus patrones pero no podemos pedirles cuentas, ni meterlos al orden, ni negarles nada si no lo hace el gobierno que se supone nos representa, resultando así, me lleva la ch... que estamos más jodidos los patrones de los burócratas que ellos que son nuestros empleados.

Por eso ha provocado tanta aprobación de los mexicanos la decisión del presidente Felipe Calderón de desaparecer a Luz y Fuerza del Centro. Me parece una exageración lo que les van a dar de liquidación a sus empleados, casi tres años de salario, pero bueno... ellos no tienen la culpa de los abusos de sus líderes ni de la incapacidad de los directivos de esa empresa, que combinado fue lo que obligó al cierre de la misma. El periódico El Universal abrió un foro de opinión al respecto, y de 100 opìniones que había hasta ayer, 97 aplaudían la medida y sólo tres la criticaban; se preguntó también si creen los lectores que se debe seguir esa misma estrategia con otros sindicatos, y la mayoría coincide en que se está tardando el gobierno y que se debería de actuar ya contra el SNTE (del PAN) y el STPRM (petroleros, del PRI).

"No hay por qué darle vueltas -decía una opinión ayer- si consideramos que el sindicalismo es otra más de las causas de la corrupción, del clientelismo, del compadrazgo, del paternalismo; es una escuela de parasitismo, otro ejemplo de la mala distribución de la riqueza nacional, es un nido de zánganos en donde lejos de velar por los intereses de sus agremiados en general, sólo buscan la manera de apoyar a sus incondicionales, maquinando toda la vida cómo seguir obteniendo y manteniendo el poder para sus propósitos. Cuál pueblo, cuál raza, que los pobres mangos, que la corrupción mangos, nada. No tienen escrúpulos, son otra faceta de la porquería de los mexicanos, que no dejan ni dejarán crecer al país, ya que han hecho a un lado todos los verdaderos principios y objetivos y el papel de un sindicato. Qué vergûenza".

Eso es lo que pensamos la mayoría acerca de los sindicatos del gobierno. Pero qué nos ganamos... brincamos y volvemos a caer donde mismo. Al SME le partieron su máuzer porque hay otros intereses económicos detrás. En buena hora, pero no basta. A ver, que metan en cintura al SNTE, que manden al averno a la mamá de Chuki, a ver... Que se metan con el sindicato priísta de los petroleros... Sí cómo no.