La Plata, Argentina.- Una somnolencia y un resfriado que no me permiten estar en mis cinco sentidos y aún así hay que sacar adelante la edición de 7 días, aunque sea desde una posición remota.
Sería bueno escribir algo de Tepatitlán, quizá de cómo le está yendo a doña Cecilia González, que desconozco pero ojalá ande bien todo y si no sobra quién le señale lo que está haciendo mal ella y su equipo. Sería aceptable escribir por lo menos algo de México pero es difícil saber algo de mi país estando tan lejos y hablar al tanteo sería un riesgo.
Así que habrá que escribir algo de lo que pasa por acá. Si cada argentino tuviera una especie de buscador Google en su cerebro, al mencionarle la palabra “México” los temas más recurrentes serían Luis Miguel, Juan Gabriel, El Chavo del 8, Maná, El Buki, Tequila, Chile (el condimento, no el país) y en menor medida La guerra contra el narco e Influenza A H1N1 (menos mal).
Que Argentina es un lugar muy barato para vacacionar; ya no lo es, al contrario, todo ha subido mucho y la paridad entre su moneda y la nuestra se ha extendido. Ahora comprar un refresco en este país cuesta alrededor de 12 pesos mexicanos, casi el doble; un litro de gasolina cuesta entre 14 y 16 pesos mexicanos –y nosotros que nos quejábamos de Calderón-.
Cualquier lugar para estacionar el carro cobra por lo menos unos 50 pesos mexicanos, una multa de tránsito por no llevar el cinturón puesto cuesta más de 600 pesos mexicanos. Las casetas de peaje se hacen presentes a cada rato sobre la carretera, aunque sea ésta de dos carriles. Ya no hay más comidas baratas, pues antes con 40-50 pesos mexicanos comían dos personas y ahora ni soñando.
La gente dice que por culpa del gobierno se ha encarecido todo, que exprime a los que trabajan para darle el dinero a los que no; que los gobernantes se roban todo y no le regresan nada al pueblo y los únicos que ayudan son a los pobres porque eso significa una buena cantidad de votos…
En fin, esto lo que vi por acá y no significa que en México estemos o vayamos a estar mejor, pues el año apenas empezó y para colmo ni estoy presente. No me creí mucho esos anuncios del gobierno federal de que ya estábamos saliendo de la crisis y que se generaron no sé cuántos empleos, pues varios conocidos míos perdieron el suyo en el transcurso del año pasado.
Quedan algunos días más en Sudamérica, gozando de la hospitalidad de mis parientes políticos que me han tratado de maravilla y tanta gente más que ninguna obligación tiene de hacerme buena cara y mucho menos de servirme y sin embargo lo hace de buena gana y sin ningún interés. Eso y las enormes ganas que tenía de volver a Argentina hacen que olvide que todo está más caro y no esté rindiendo el dinero igual que la vez anterior que anduve por allá.
Mientras tanto allá en Tepa, ojalá le esté echando ganas el ayuntamiento. Ojalá ya empiecen a ver de una vez lo de las Fiestas de Abril y contraten a un empresario que traiga buenos artistas a la feria, no como la porquería de empresa que organizó el cartel artístico del palenque el año pasado y antepasado.
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