Por Héctor Álvarez Contreras
Hace días un joven de 17 años visitó mi oficina en el Congreso para solicitar apoyo para poder continuar con sus estudios de ingles y computación, además de esperar con paciencia y optimismo su ingreso a la preparatoria.
Su vida es especial, a pesar de las adversidades él es un triunfador. Su pasado ya no le lastima porque ha aprendido a vivir aún con una discapacidad.
Edgar perdió su pierna izquierda por esclerodermia y su brazo izquierdo se le paralizó por un “mal golpe”. Ahora se desplaza brincando en un pie y utiliza su única mano útil para superar cualquier obstáculo que se le presenta.
Podemos asegurar que Edgar no tiene obstáculos y su espíritu y fuerza de voluntad son tan grandes que puede llegar hasta donde el quiera.
Carismático, inteligente, hábil, sensible, optimista y muchas cualidades más le caracterizan; el desea aprender y por ello esta buscando apoyos. Por esto tuve a bien obsequiarle una computadora que le será útil en sus estudios pero a la vez pido a los medios de comunicación que hagan un frente común y busquen desde su campo de acción la forma de ayudar a Edgar y a quien se encuentren en la vida que necesite de su apoyo.
Enhorabuena, Edgar, que Dios te bendiga.
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