La vivencia en el día de La Peñita 


Por Oscar Maldonado Villalpando

San Diego de Alejandría, 17 de septiembre de 2011.- Con júbilo y devoción se reunieron los fieles de San Diego de Alejandría y gran multitud de visitantes para esta celebración tradicional. La Peñita es un monumento a Cristo Rey, que se levanta en el campo como una ofrenda al Señor de los cristeros y también en homenaje a esos luchadores de la fe.

La misa fue este sábado 17 de septiembre, como cada año, desde 1957, en que fue establecida por el muy querido párroco don Saturnino Covarrubias. Con tiempo los sacerdotes del lugar hicieron la organización de los distintos aspectos, tanto el orden exterior, los servicios como la misa, los lectores y el coro.

Este año el temporal ha sido limitado. Pero aún así los fieles acudieron a esta cita con su propia historia. Los comerciantes cubrieron gran espacio del campo destinado para ese objeto. Desde temprana hora se veía movimiento en este lugar. La celebración se planeó para la una y media de la tarde.

Cada año participa una peregrinación organizada con hijos ausentes de León, Gto. Hoy se tuvo la presencia de otro contingente procedente de Guadalajara, precisamente de la parroquia del Sagrado Corazón, en la colonia Atlas, muy cerca de San Pedro Tlaquepaque, de esta forma más personas van conociendo esta devoción.

Es de esperarse la presencia de sacerdotes originarios de San Diego y de los que aquí prestaron sus servicios. Algunos años es numerosa la participación, hoy presidió la misa el Padre Juan Antonio Sánchez, párroco en León, fue notable la visita del sacerdote Antonio Flores Flores, que prestó sus servicios en Jalpa en 1952, últimamente se ha dedicado a guardar sus memorias editando, hasta hoy, 26 libros, que ofreció a los participantes, también participó el P. Ugalde de Querétaro y los dos sacerdotes del lugar.

Este año se tuvo en cuenta al P. Juan Pérez, quien falleció el día 12 de agosto de 2011, y que está muy ligado a esta fiesta y al mismo monumento. Al final, familiares del Señor cura Saturnino, Lupita y Víctor, ofrecieron rosarios y recuerdos para los participantes, así lo han hecho cada año.

Al final las personas salieron a convivir. Entre los puestos y vendimias, jóvenes y mayores paseaban y platicaban. Esta fue una verdadera jornada de convivencia.

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