¿APPs?



No, no son aplicaciones para iphones. Tampoco son siglas de un nuevo partido.Se trata de la nueva mecánica para hacer obra pública en México, sustentada en una nueva legislación que tiene como propósito transparentar, garantizar y ejecutar obras para la comunidad, financiadas con dinero privado, donde la sautoridades deciden qué hacer, pero no meten la mano para entregarlas a sus cuates ,ni tampoco pueden pedir comisiones o entregarlas a los compadres (bueno, eso en el discurso y en la teoría).

Las APPs son las“Asociaciones Público-Privadas” que, desde la pasada administración federal se impulsan para que se alcancen las obras de lo smunicipios, los Estados y la propia República.¿Son buenas o malas, lasAPPs? Bueno, como toda acción política en nuestro país, tiene sus claroscuros. Como toda acción novedosa que sale del gobierno tiene impulsores y detractores. Pero en Tepa ya el tema se discute, se analiza, se platica.

Para ejemplificar qué beneficio tendría una APPen Tepatitlán, tendríamosque remontarnos a hace unos años. Si el bulevar AnacletoGonzález Flores se hubiera hecho a través de una APP,¿se hubieran roto las lozasde concreto?, ¿estarían, a cinco años de colocadas, así de desmoronadas?, ¿se habrí ametido a alguien al bote?, ¿habrían repuesto la obra? Si le parece que es un tema complejo, se la planteo más gráfica: El Núcleo de Feriabril, ¿Hubiera quedado inconcluso?, ¿habría pabellones avícolas, lecheros,textiles, porcícolas, cristeros? El Acueducto, ¿estaría detenido?, el acuafuérico de la ciudad ¿se hubiera concluido? La planta tratadora deaguas negras de Capilla de Guadalupe, ¿estaría operando? ¿El basurero de San Bartolos eguiría incendiado?

Las respuestas a esasdudas serían un contindente:! Las obras hubieran sido concluidas y operadas con éxito!Pero como las hicieron administraciones municipales, o estatales o federales, vienen defectuosas, sin garantías, resultaron costosas y no dan frutos a la comunidad.

Entonces, ¿son las APPs elcamino para el éxito? Habrá que esperar más información, pero por lo pronto parece un camino más claro, más confiable y menos riesgoso para los ciudadanos, quienes tendrían, a través de una legislación específica, reglas claras para saber cuánto cuestan, quién las hace, quién responde, cuándo las terminan y cuánto costaría su operación.

También las APPs vendrían a quitarles el “costo” político a las obras y gestiones. Por ello a algunos políticos no les gusta que se hable ahora de las APPs, les están haciendo competencia para “gestionar” obras para los municipios, donde algunos“gestores” desde curules o despachos ponen precios, calidades y beneficiarios.

Apenas comienza el tema, pero estamos seguros que las APPs darán mucho de qué hablar

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