• Qué hermoso es ver sobre los montes al mensajero que anuncia las buenas nuevas
Por Pbro. José Arturo Cruz Gutiérrez
Es sorprendente descubrir toda la maravilla que suscitan los aniversarios sacerdotales en las comunidades parroquiales. Es un acontecimiento que genera mucho movimiento. Además que es una buena oportunidad para presentar de una manera más cercana la figura sacerdotal. Por ejemplo un compañero a la hora de la reunión, señalaba: En mi parroquia, se llevó a cabo una misión, para hablar de la figura del sacerdote (alter cristus) sin descuidar a Cristo como sumo y eterno sacerdote, quien nos llamo para hacernos partícipes de su sacerdocio. En mí parroquia también se llevo a cabo una presentación de una expo- vocacional. Donde se expusieron todos los carismas vocacionales, los estados vocacionales, como son: La vida consagrada, la vida del sacramento matrimonial, y al estado de soltería. Y donde se invitaba a realizar un discernimiento vocacional con un experto, que determinara cual es mejor camino que debo seguir. Y en cuál de ellos Dios me llama para servirle. Así, sucesivamente, se fueron realizando diferentes actividades. En la que cada festejado en comunión con el equipo coordinado, Párroco y pueblo en general. Se tomaron las medidas necesarias para que se llevara a cabo el festejo por el aniversario.
Sacerdocio de Cristo
De verdad que trae una enorme riqueza celebrar un aniversario sacerdotal en una parroquia, aparte de que pone a toda la parroquia en movimiento. Es un buen momento para presentar de manera magistral y elocuente la figura de Cristo, como Sacerdote a todo el pueblo de Dios. Y poder hablar lo que en sí es un sacerdote, cual es su oficio, para que ha sido llamado, cual es esencialmente su misión. Será una buena oportunidad para hacer la distinción, entre el sacerdocio de la antigua y el de la nueva alianza. Y poder expresar a la comunidad, cada uno de ellos, como era y como es hoy sus oficios. También será una buena oportunidad, para presentar la enorme riqueza de las diferentes posturas que toma la figura del sacerdote. Sacerdotes; carismáticos, sabios, dotados de inteligencia, talentosos, trabajadores, con destrezas e iniciativa. Otros, humildes, faltos de talento, incoherente, faltos de testimonio y pecadores. Hablar que hay de todo en la viña del Señor. Y con todos buenos y no tan buenos El Señor construyen su reino entre nosotros. Como dirá San Pablo; todas las cosas, absolutamente todas, favorecen para el bien de los que aman. (Rom. 8)
El llamado
También será una buena oportunidad para llegar a todos los niños (as), que han tenido la experiencia de acercarse al altar del Señor y observar la figura y el oficio del sacerdote. Y alguna vez se ha despertado la idea de ser sacerdote o religiosa. Será momento oportuno, para invitar expresamente de manera personal a todos ellos, Y con la buena de Dios, puedan ingresar al semillero, Es decir, al seminario, donde se forman los futuros sacerdotes, o al convento a consagrarse a la vida religiosa ,Y con el tiempo puedan ser unos buenos pastores (as) que alimente al pueblo de Dios con su palabra
Un sacerdocio digno
Será oportuno, aprovechar hasta el último detalle. Hacer a un lado toda improvisación, toda actitud que desdiga la grandeza de lo que se está celebrando. Toda falta de respeto En sí, no es el sacerdocio de quien se está celebrando, No es El, sino es el mismísimo sacerdocio de Cristo el que se quiere resaltar. Es a Cristo a quien se le debe; la honra, el honor, el poder, la alabanza por los siglos de los siglos. Por eso es importante cuidar escrupulosamente todo detalle, que pueda delimitar la celebración. Ya que es tan grande lo que se nos ha confiado, se nos llamó para ser buenos administradores de los misterios del reino y no queremos dar malas cuentas. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino fui yo quien lo eligió y los destino para que vayan y den mucho fruto y su fruto permanezca.
En comunión
Por último, es importante ver, todo lo que se desprende de una celebración de aniversario sacerdotal. Es sorprendente observar todos los milagros que se suscitan en torno a este acontecimiento. Contempla uno, maravillas, vemos como la gente se pone de acuerdo para apoyar en estos momentos, cuanto desprendimiento de la gente, sobre todo de la gente pobre, que veces es la que más ayuda, cuanta generosidad (material y espiritual), cuanto interés, cuanto amor, cuanto movimiento. Y todo por cumplir el mandato de Cristo, que nos dijo; Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Y todos poniendo su granito de arena, hacen posible descubrir que se haga patente la construcción del reino de Dios aquí en la tierra.
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