Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.
Muy mal que luce la ciudad de Arandas por las noches. El alumbrado público es de muy baja intensidad y cuando se deambula por las calles, es frecuente escuchar la queja de la gente respecto a esto.
No recuerdo con precisión quien tuvo la idea, pero hace pocos años que se tomó la determinación de reemplazar las luminarias que estaban en las calles y que por cierto si iluminaban bien, por las actuales las cuales en su momento se dijo que tenían un buen rango de iluminación y que en todo caso, siendo lo mismo, el consumo de energía se reduciría considerablemente generando un importante ahorro que se podría destinar para otras cosas.
El problema es que, aunque el consumo de energía haya bajado, la iluminación y su intensidad también bajaron demasiado y ahora se sufren las consecuencias de la decisión tomada en aquel momento y en la cual, o engañaron a la Autoridad los proveedores o no se hicieron las pruebas previas antes de tomar la decisión del cambio.
Como quiera que sea, el problema existe y sería bueno que la Autoridad actual enmendara el error y se dieran a la tarea de poner una mejor iluminación, sobre todo en el Parque Hidalgo y el Centro Histórico de nuestra ciudad, pues de verdad la penumbra propicia o actos de inmoralidad públicos o en el peor de los casos, asuntos de vandalismo, robos y sustos a los ciudadanos.
Se sabe que el presupuesto no es tan amplio como para que alcance a satisfacer las necesidades de la población, pero tanto la iluminación como los asuntos del cambio de redes del agua potable de manera paulatina y desde el centro de la ciudad hacia afuera, son cosas importantes que deben tomarse en cuenta con cierta prioridad por encima de otras cosas.
Es penoso pues, por comentarios vertidos por turistas que vienen sobre todo a las fiestas de Septiembre y de Enero, que la ciudad luzca tan mal iluminada y se preste para cosas desagradables o riesgos innecesarios que la población y los visitantes tienen que correr.
El turismo, ya se ha demostrado a través de informes recabados por la Dirección de Promoción Económica de esta ciudad, deja derramas económicas que suman millones de pesos y que benefician a hoteleros, restauranteros, licoreros y del comercio en general, así que para seguir atrayéndolos, bien vale la pena que se haga el esfuerzo de cambiar lo que está mal, para que los turistas sigan viniendo en mayor número y se sientan más cómodos en sus paseos por la ciudad.
Los cambios, no siempre son hacia adelante. En este caso, fue un retroceso la decisión de cambiar las luminarias, pero el sentido común y la conveniencia, seguramente podrán hacer reflexionar a las Autoridades responsables de esta área, de que vale la pena hacer el gasto y volver a tener iluminada y bien esta ciudad que cada día recibe más turistas nacionales y del extranjero.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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