La arañita


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo.

Él ingresó a una cueva y lo buscaban. Con tal desesperación elevó una plegaría a Dios:

“Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada y no entren a matarme”.

En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.

Él elevó otra plegaria, esta vez mas angustiado:

Señor te pedí ángeles, no una araña. Y continuó: “Señor por favor, coloca un muro fuerte en la entrada para que no puedan entrar a matarme”. Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.


Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva en la que se encontraba él, éste quedó esperando su muerte. Cuando ellos estuvieron frente a la cueva en que se encontraba, ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escuchó esta conversación:

“Vamos, entremos a esta cueva”.

No. ¿No ves que hasta hay telarañas?, nadie ha entrado en esta cueva. Sigamos buscando en las demás cuevas….

Pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas con las cuales nos muestra que, con cosas muy sencillas, él puede hacer mucho más y recuerda que Dios puede convertir las cosas difíciles en bendiciones y confía en Él.

Es importante que sepamos confiar siempre en Dios y dejemos que él actúe libremente, que no lo manipulemos, porque a veces queremos pedirle cosas a nuestro antojo siendo que él sabe mejor que nosotros lo que nos conviene.

Que nuestra mejor oración llena de humildad sea “si es para tu gloria y me conviene”

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