Por el amor de Dios…



Esta expresión es muy común cuando surge una situación urgente de resolver, y lo que trato a continuación tiene que ver precisamente con esas características.

Por razones de trabajo me toca recorrer una buena parte de la zona de Los Altos Sur, y es triste pero sobre todo peligroso recorrer las carreteras de esta zona, sobre todo las que son responsabilidad del Estado.

Los peligros de un accidente por choque, volcadura  o salida de la carretera están a la orden del día. Los baches, por azares del destino tienen una ubicación “privilegiada”, están acomodados o en el centro de la carretera o en las orillas de la misma, y al circular todo mundo zigzaguea para eludirlos, con el riesgo obvio de chocar con otro que venga en sentido contrario, o bien tener que apretar las mandíbulas al no poder hacer ninguna maniobra y caer en semejantes hoyos, que no baches, en donde truenan las llantas, se deforman los rines o saltan las polveras en el mejor de los casos.

Ejemplos hay muchos, pero solamente señalaré algunos por falta de espacio. El tramo carretero entre San Ignacio Cerro Gordo y Capilla de Guadalupe está en lamentables y peligrosas condiciones, especialmente de noche o cuando está lloviendo (casi todos los días últimamente).

El tramo carretero de la Atotonilco-San Miguel el Alto, entre Santa María del Valle y el Crucero con Arandas, en ambos lados de la carretera y a veces por el centro, hay profundos y peligrosos baches que están bien localizados.

La carretera Arandas-Crucero de Jesús María, en el tramo EL Cabrito y hasta cerca del crucero a Jesús María, los arreglos que le han hecho o bacheo han sido tan ligeros, que nuevos baches se forman a los pocos días de haberlos reparado muy superficialmente.

La carretera Arandas-Betania, en varios tramos pero especialmente profundos y peligrosos son los baches que están a la altura del Rancho La Gloria, y en otros tramos más hacia Betania y casi llegando a Arandas hay otros en formación que amenazan con crecer en tamaño, aunque justo es reconocer que últimamente se ha visto una cuadrilla trabajando en ellos, pero les falta mucho por hacer.

El tramo de Cerro Grande de la carretera Arandas-Irapuato, es históricamente el peor lugar abundante en baches y la ausencia de mantenimiento es histórica, hace años que no se le pone la mano encima de una manera seria y profesional para que quede en condiciones normales de ser transitada, es un ejemplo del abandono.

La carretera Arandas-Agua Negra, como está construida sobre un empedrado no se le puede pedir mucho a la base, pero tampoco es pretexto para que no se le dé una manita de gato y se eviten accidentes y con pérdida de vidas humanas, o lesiones y daños en el patrimonio de más de alguno.

Ya urge que llegue Enrique Alfaro a tomar posesión de la gubernatura de Jalisco para que se le pueda demandar el cumplimiento de su promesa de campaña, en el sentido de hacer la inversión necesaria para que abandonemos la mala fama que tiene el Estado de Jalisco de contar con las peores carreteras del País.

Por eso les digo a las autoridades competentes: Por el amor de Dios ya intervengan, ya arreglen esos tramos carreteros.

Nos leeremos en la próxima entrega.

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