Por Georgina González Ontiveros.- Luego de no poderse presentar en su tierra de origen, parte del espectáculo de La Guelaguetza se presentó en Tepatitlán el pasado sábado 28, dentro de la cartelera cultural de las Fiestas Tepabril 2007, que terminaron recientemente."Oaxaca en Tepa" fue el nombre de la presentación de bailes típicos oaxaqueños que se pudieron disfrutar la tarde del último sábado de abril en el centro de la ciudad, al aire libre, en el escenario que se instaló frente a la Casa de la Cultura. Los jóvenes bailarines viajaron con todo y músicos para presentarse con la banda en vivo y mostrar a los alteños parte de las danzas de la Guelaguetza que, durante el año pasado, los oaxaqueños no pudieron disfrutar por el conflicto magisterial que se vive en ese Estado.
Desde alrededor de las 6:00 de la tarde, los asistentes comenzaron a acomodarse en sillas o en los escalones de la plaza Morelos, hacia la Casa de la Cultura, hasta que, media hora después, de forma puntual, todos los rincones de la escalera de la plaza y la banqueta estuvieron llenos y dio inicio el espectáculo, que abrió con una serie de sones mixes interpretados por la banda de música, para dar paso al primero de los cuatro bailes presentados por los jóvenes oaxaqueños.
Entre baile y baile, debido a los cambios de vestuario, el ambiente era amenizado por la música de la banda en vivo mientras los danzantes se preparaban para la siguiente presentación. Ya sea en grupos o como solistas, los bailarines arrancaron los aplausos del público asistente, que cada vez era mayor, atraído por la música y el colorido de los trajes típicos oaxaqueños.
Al mismo tiempo que el espectáculo se presentaba, se inició una rifa entre el público con el fin de recaudar fondos para pagar la renta del vestuario utilizado. El premio fue un vestido bordado oaxaqueño que se entregó al final de la presentación.
En el número final, las mujeres bajaron del escenario para dejarles el foro a los hombres, que bailaron la "Danza de la Pluma", uno de las piezas más vistosas por el traje utilizado, que incluye un tocado de alrededor de cinco kilos de peso, con el que los danzantes brincaron y se movieron por el escenario al ritmo de la música. Las bailarinas, mientras tanto, se mezclaron entre el público, aún con el traje del último baile que habían ejecutado, para tomar fotos y video a sus compañeros.
El espectáculo, sin embargo, no terminó ahí, pues al terminar la "Danza de la Pluma" todos los bailarines, hombres y mujeres, invitaron a bailar en la calle Samartín, a estas alturas convertida en pista, al público, hombres y mujeres de todas las edades que se movieron al ritmo de la banda de viento, guiados por los expertos danzantes. Los bailadores que se animaron tuvieron, como premio, la oportunidad de entrar a otra rifa de una blusa bordada, como regalo del pueblo de Oaxaca para los alteños.
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