Pues bien, las investigaciones para determinar la causa del avionazo donde perdiera la vida el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, no han concluido, pero ya mostraron avances y lo más importante (para el gobierno), es que se comprueba que no hubo atentado. Investigación que se está haciendo en tiempo récord, quizá porque de dos cajas negras que tenía la nave sólo una servía y muy apenas grabó unas horas de vuelo.
Ok. Entonces los encargados de dar mantenimiento al Learjet 45 de la Secretaría de Gobernación creían que estaba demás que funcionaran las dos cajas negras, por lo que sólo una de ellas trabajaba y a medias. Tal vez pensaron que el avión mecánicamente nunca fallaría o que lo tripulaban los mejores pilotos del mundo, y que aparte de eso nunca se presentaría alguna contingencia atmosférica, por lo que el aeroplano nunca se accidentaría y es así que las cajas negras salían sobrando, si acaso una, ahí nomás medio funcionando para cumplir con los requisitos.
Pero resulta que pasó lo peor y la caja que medio funcionaba dio a conocer la imprudencia y poco conocimiento del piloto y copiloto para tripular un avión de ese tipo.
Según la SCT, las grabaciones señalaron que la tripulación confundió Querétaro con Morelia y la refinería de Tula con la de Salamanca. Bueno, eso dicen, pues a los medios sólo hicieron escuchar las frases de “Tuya, Álvaro, tuya” (‘tuya, mía, te la presto, acaríciala’, hubiera dicho el Perro Bermúdez), “Tu puta madre” y “Ay Diosito”.
O sea que, el piloto y el copiloto eran unas bestias que la regaron en todo; que era evidente que no sabían como pilotear un Learjet y que la academia que les enseñó y certificó en realidad era una escuela patito.
¡Coño! Tantos errores juntos. Asombra porque se trata de la Secretaría de Gobernación que es ni más ni menos la segunda autoridad a nivel nacional. ¿Cómo pudo un par de zopencos llegar a convertirse en pilotos de la Secretaría de Gobernación? ¿Cómo es que un avión que vuela “así nomás” sea el que transporte a la gente más importante del gobierno?
Si tratándose de la seguridad de las altas esferas del gobierno todo es improvisación, contradicciones y simulación, cómo será con el resto del país. Hay una seguridad y reglas más dignas de una república bananera o de “Viajes Ponchito” que de un país que supuestamente es una economía emergente.
Capaz que un servidor perfecciona sus “habilidades” de piloto en el Flight Simulator de Microsoft y pide chamba para volar algún avión del gobierno. No en balde el gober piadoso Emilio González ya pidió que le cambien los aviones a Jalisco; en cuanto pudo hablar (ya que una cirugía dental se lo impidió algunos días), quizá aterrado por su seguridad ya solicitó pájaros nuevos.
Pero bueno, todo esto porque ya dijo la SCT que así sucedieron las cosas y que ni le busquemos más, aunque la misma secretaría agregue que las investigaciones aún no concluyen (pero pues ya nos la sentenciaron con aquello de que no fue atentado).
Imaginemos que se hubiera averiguado como se hace normalmente: meses para determinar las causas y no cuestión de días, y que se tomen en cuenta a otros que saben de aeronáutica como son los mismos controladores del aeropuerto del DF que siguen sosteniendo que hubo varias anomalías en el vuelo (pero que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes desdeña, pues sólo sus chicharrones truenan).
Además, si la aviación comercial tiene reglas tan estrictas para navegar en el espacio aéreo, ¿cómo es que el gobierno federal las viola con la mano en la cintura?
Política aldeana
Ya están hartos los panistas de la región Altos Norte del cacicazgo de Lagos de Moreno. Están hasta el gorro de ver cómo el alcalde laguense Paco Torres y el diputado José Luis Treviño se rolan entre ellos y su gente las diputaciones local y federal.
En el siguiente año que es electoral, si nadie les pone freno volverán a designar a los candidatos por Acción Nacional a diputados por el Distrito II, aprovechando que los delegados laguenses por el PAN superan en número a varios municipios juntos de la región. Para darnos una idea: en Lagos hay casi 500 delegados panistas con derecho a voto, mientras que en San Juan, que es el segundo municipio más grande, no superan los 200 representantes.
Entonces cada tres años el grupo de Paco Torres y José Luis Treviño se asegura de tener la totalidad de sus delegados a favor y algunos más de otros municipios para tener segura la designación de candidatos.
Sin embargo este año un sector disidente de considerable tamaño del grupo Lagos ha dicho que prefiere dar su apoyo al alcalde de San Juan, Alejandro de Anda, quien buscaría la diputación local de aquel distrito. Los panistas sanjuanenses están viendo la luz y hacen cuentas, pues si logran el apoyo de otros municipios como La Chona o Teocaltiche, sumado al voto de los rebeldes de Lagos y la fuerza propia de San Juan, habría posibilidad de derrotar a la gente de Treviño y Paco Torres.
Cosa distinta ocurre en el Distrito III o Altos Sur, pues después de varios años de dominio tepatitlense (y encima “gallos”) en manos de Ramón González y Leonardo García, la cosa se ha vuelto más justa, pues ahora hay chance para todos y la muestra está en que el diputado federal es de Arandas y el local es de Yahualica.
Por cierto, hablando de este último, se dice que quiere poner a su hermano como candidato a alcalde en Cañadas de Obregón por el PAN. Pues si llegara a ser así y eventualmente se convierte en presidente de aquel municipio, ojalá el carnal sí salga trabajador, no como el otro que nunca participa en el Congreso y en cambio se le ve siempre en actos oficiales para salir en la foto. Insistimos, ojalá no sea mal de familia, porque si no, ¡ay! Cañadas…
Guerra sucia
Pareciera que es mejor no hacer nada que andar “haciendo olas”, pues luego hasta queda uno mal. Habiendo dos diputados locales por este distrito, uno se la pasa bien a gusto flotando en dirección de la corriente y arreglando sus conveniencias en la región en vez de participar en el Congreso, mientras que el otro que todos los días se va de madrugada a Guadalajara y regresa a veces hasta muy noche a su casa en Tepatitlán, con un montón de encomiendas en la Legislatura, sus opositores ya se están encargando de hacerlo ver mal, no vaya a ser que tome más fuerza y crezca a nivel político.
Para los que no saben, el gobernador Emilio González quiere endeudar al estado con una cantidad millonaria, según él para más obra, promoción al Estado, inversiones, etcétera. Quién sabe si vaya a ser de nuevo para idioteces como las novelas de Televisa o el show de MTV, el que un reducidísimo grupo de personas del continente lo pudo ver en televisión, en su mayoría jovencitos snobs cabeza hueca que difícilmente vendrían a conocer México, ya no se diga Jalisco.
La cosa es que los diputados de oposición no están dispuestos a autorizar un gran endeudamiento para el estado. Ante esto el diputado panista de nombre Luis Carlos Meillón Jonhston quiso jugar a favor de su papá Emilio y de paso darle un codazo ilegal a Juan Carlos Castellanos, diciendo que sería una “irresponsabilidad gravísima” si el priísta no presentara a tiempo una propuesta para adquirir una deuda de más de 500 millones de pesos y adquirir maquinaria y vehículos para varios municipios.
El panista argumenta que el diputado tepatitlense recibió a tiempo el proyecto para estudiarlo detenidamente y que “ojalá no sea un capricho el hecho de estarlo deteniendo y mucho menos el pretender que se pasen los tiempos para que no sea dictaminado en forma positiva este acuerdo”.
Así se las gastan algunos políticos como es el caso de Meillón Johnston, quien no halla cómo enlodar a Juan Carlos y de paso quedar bien con el gober, quien sólo pide dinero y dinero.
Y tan clara es la guerra sucia de algunos blanquiazules, que el presupuesto ya se aprobó con el voto a favor de la aplanadora panista, el voto en contra del bloque del PRI y la abstención del PRD. O sea que la cosa era nomás denostar a Juan Carlos. Ese fue todo el chiste.
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