Pasaron los 100 días…

Por David Alberto Jáuregui Ascencio
dajar_0865@hotmail.com


Pasaron los famosos 100 días del pacto para la seguridad nacional y ¿qué creen que pasó?: Nada, siguen los mismos burócratas en los gobiernos federal, estatales y municipales; siguen los mismos delitos en aumento, continúan las ejecuciones en todo el país; siguen gastándose verdaderas fortunas en instituciones que hasta la fecha sólo han demostrado ser parte del problema y no la solución. Ese día sólo se vio que el gobierno federal y su partido político intentaron politizar el tema para tal vez resbalar y justificar su ineptitud.

Yo sigo con la misma percepción y mas tomando en cuenta las propias palabras de Calderón referentes a que van a atacar cualquier acto de corrupción de los integrantes de su gobierno con el crimen organizado, lo que no dijo es que se vaya a combatir la otra corrupción, la corrupción de la que forma parte él mismo, la corrupción de trafico de influencias, de contratos en PEMEX y otras dependencias directos a familiares y amigos o patrocinadores, la corrupción de disponer de los fondos públicos como si fueran dueños de los mismos gastándolos y derrochándolos a su criterio y conveniencia, el enriquecimiento “inexplicable” de muchos políticos principalmente de su partido, que se han llenado los bolsillos hasta el hartazgo.

Como lo he mencionado en repetidas ocasiones, la corrupción no se va a acabar mientras exista cínicamente la impunidad, mientras que oscuros personajes como Fox y Martha Sahagún y familiares sigan libres disfrutando sus grandes fortunas mal habidas, mientras sigan mintiendo a la población con sus rollos demagógicos, mientras no hablen con la verdad en asuntos como la economía y sus verdaderas intenciones en otros asuntos como la pretensión de privatizar a PEMEX y la CFE entre otras instituciones para beneficiar a socios nacionales y extranjeros.

Mientras que sigan manteniendo “líderes” corruptos como Víctor Flores, mientras muchos burócratas en el sexenio pasado y anteriores sigan disfrutando sus inmensas fortunas logradas al amparo de sus puestos públicos, como Gil Díaz, mientras se siga encubriendo delincuentes y delitos no debemos esperar que la corrupción termine espontáneamente o por decreto.

Mientras la política sea un negocio o una oportunidad de enriquecimiento y no una oportunidad de servir a la gente, o mejor dicho cuando el político deje de servirse y sirva en ese momento iniciará la recuperación de la confianza y la legalidad en México.

Calderón pide que la población denuncie al crimen organizado pero, siempre hay un pero, todas las denuncias de corrupción a miembros de su partido y de su gabinete o gobernantes del PAN del sexenio pasado y actual hace oídos sordos, ante denuncias de tráfico de influencias de contratos ilegales en dependencias federales, no hace nada.

Sólo se le va en hablar de legalidad pero en ningún momento esa legalidad empieza en él mismo y en su círculo más cercano de familiares, amistades y colaboradores y menos aún en miembros de su partido político.

Como el ejemplo más significativo tenemos las elecciones del 2006, un fraude ya demostrado en el cual el mismo Calderón aceptó que se jugó sucio, pero cínicamente alardea su legalidad y democracia. ¿Quién en su sano juicio le cree?, están como las denuncias contra el secretario de Seguridad Pública realizadas en diferentes medios, ocasiones y diferentes personas, ni aun así se atreve a quitarlo de su cargo, aunque sea en lo que se investiga al titular, ejemplos los tenemos de sobra.

¿Usted qué cree, en lo que pregona Calderón o en la jodida realidad?

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