Nomás sus chicharrones truenan

Qué desgracia es depender de una guardería infantil subrogada por el IMSS, o de cualquier cosa que tenga que trabajar bajo las órdenes y lineamientos de esa institución de porquería.

El IMSS, que le gusta fomentar la incompetencia, el caos, el engorro, el mal servicio, ineptitud, los trámites larguísimos, pendejos, inútiles y redundantes, no le basta con dejar para sí sus complejos y ganas de joder, sino que lo hace patente y extensivo a todas las empresas u órganos que tienen que trabajar para ellos.

Mire usted. Una mujer, cuya empresa para la que trabajaba hasta hace unos días, la tenía asegurada en el IMSS, a causa de lo anterior, tenía derecho a llevar a sus hijos a una guardería en Tepatitlán, subrogada por el Seguro Social.

Hace poco cambió de trabajo y la antigua empresa decidió seguir asegurándola en agradecimiento a su servicio prestado durante esos años. La mujer fue contratada por el ayuntamiento, que proporciona el servicio de salud a sus empleados por medio de sus propios médicos o en su defecto, remitiéndolos al Hospital Regional, dependiente de la Secretaría de Salud Jalisco.

Pues ándale que se enferman los chamacos y con experiencias anteriores de que llevarlos a la Unidad de Medicina Familiar del IMSS a que los revisen, era sinónimo de perder el tiempo y hacer corajes, decidió llevarlos a la Cruz Roja, para así obtener el visto del médico de guardia y evitar que en la guardería la obligaran a acudir al Seguro, ya que si las maestras detectan la enfermedad en los niños antes que los padres, invariablemente expiden una orden para que los menores sean revisados por un doctor del IMSS (trámite insalvable, porque se necesita la aprobación del Seguro para que el niño pueda volver a la guardería).

Así que bueno, los niños fueron llevados a la Cruz Roja, donde el médico, identificado con su nombre completo, cédula profesional y la universidad donde acreditó sus estudios, diagnosticó la enfermedad y expidió una receta debidamente foliada y firmada.

Sin embargo, a la mujer le dijeron por parte de su trabajo, que debía acudir con el médico municipal para justificar su ausencia. Había muchos pacientes en el consultorio, por lo que el mismo personal le recomendó acudir al Hospital Regional para que revisaran a los menores y después volver al dispensario del ayuntamiento para autorizar la falta de la trabajadora.

La mamá fue con sus hijos al Regional, donde otro doctor, perteneciente al nosocomio, debidamente identificado y acreditado y su número de cédula profesional a la vista, revisó a los menores y avaló el diagnóstico y la receta dadas por el médico de la Cruz Roja. Listo, de nuevo a Servicios Médicos Municipales.

Ya de vuelta, los médicos municipales, también con su cédula profesional y correctamente y auténticamente identificados, dieron por bueno y autorizaron lo dicho tanto por el galeno de la Cruz Roja como el del Regional.

Ya para esto, habían transcurrido varias horas, la mujer cansada, con su día laboral casi perdido y los niños demacrados por la enfermedad, acuden a la guardería subrogada por el IMSS, con una receta y diagnóstico firmados por tres médicos de diferentes instituciones, tan sólo para avisar que los menores no acudirían en varios días al centro infantil, ya que estaban enfermos.

Los de la guardería dijeron que, bueno, pero ¡había que llevar los niños al IMSS!, con el médico familiar, para que los valore, firme y selle una hoja que diga que los infantes deben permanecer en reposo por algunos días y entonces estarán listos para reingresar a la estancia…

-Oiga, pero no te atienden en el Seguro, hay que estar desde las 4 de la mañana para ver si hay un lugar disponible y lo más seguro es que no lo haya -dice la pobre mujer-.

-Bueno -le responden las empleadas-, si no alcanzó consulto, vaya con el director (que siempre anda de mal humor y llega a la hora que se le hinchen los d'estos) y él tiene la obligación de revisar los niños.

-Pero si ya lo revisaron tres médicos diferentes…

-Sí, pero a nosotros sólo nos valen las revisiones hechas por el personal del Seguro…

Entonces, al IMSS le vale madre lo que digan los doctores que no sean de su institución, aunque no tenga los suficientes médicos para atender a todos sus derechohabientes y estos tengan que recurrir a servicios privados o de otras instituciones oficiales.

Y los de la guardería, pues sólo cumplen con lo que viene en el librito del Seguro Social, pero, puta madre, que mentes tan cuadradas tienen algunos ahí; nada de criterio ni de consideración hacia quienes pagan sus salarios. 

…Ya ni la chingan.