Tuitazos que desinforman




Viernes 9 de marzo al mediodía, desconectado del mundo, pues había que cerrar la edición de 7 días; después de eso, una obligada siesta en un cómodo sillón que hay en la oficina, eran las 3 de la tarde, ¿para qué ir a casa si a las 4 había que estar de regreso, mejor invertir el tiempo de traslado que hubiera hecho en una buena dormida.

Despierto y me doy cuenta de los narcobloqueos. Un contacto me dice que hay uno en San Miguel, otro en Capilla de Guadalupe, otro en la libre a Zapotlanejo, otro en Tototlán y uno más en Atotonilco.

Sin razonar mucho y cegado más bien por el afán de darlo a conocer lo más pronto posible a los otros medios para los que colaboro, me lanzo a comunicar lo que acabo de enterarme. "¿Ya los confirmaste?", me pregunta el director de Milenio Jalisco y yo: "ehh, sí, bueno… El de Capilla es un hecho".

"Confírmalos por favor y me vuelves a marcar", me sentencia el director, quien llevaba casi cuatro horas conduciendo un programa de radio en Guadalajara dando parte de cada hecho violento que se dio ese día en Jalisco, por las causas que todo mundo conocemos, la detención de unos capos de la droga.

Ya más sereno y medio avergonzado, me di a la tarea que me encomendaron. El de Capilla fue acertado, el de San Miguel fue en realidad en San Ignacio Cerro Gordo, el de Tototlán fue real y el de Atotonilco no existió, tampoco el de la carretera libre a Zapotlanejo.

Quise comunicarme de nuevo, una y otra vez, sin éxito, mientras escuchaba a un compañero de Ocotlán, confirmando lo de Tototlán -perdón por la cacofonía- y asimismo informando que varios sicarios huyeron hacia Atotonilco (ahí la razón de la falsa versión del narcobloqueo en ese municipio).

Uhhh, ya me ganaron esos dos, pero aún tengo lo de Capilla y San Ignacio, pero mi teléfono nunca pudo enlazarse y el programa de radio terminó.

Y ya al día siguiente supe que el de la carretera a Zapotlanejo no fue un narcobloqueo sino un incendio en un predio donde había vehículos abandonados, al pie de la carretera.

Pero varios tuiteros y feisbuqueros de Tepa dieron por cierto tres bloqueos, el de Capilla, el de la carretera a Zapo y uno más en La Villa; hasta amenazas de bomba hubo, por lo menos en tuits.

Qué importante es informar correctamente, porque lo contrario sólo causa perjuicios. Cuánta gente no salió de su casa, a pesar de tener algún asunto pendiente por resolver en otro lugar, creyendo que Tepa estaba copada por los narcobloqueos.

Y ahora con las famosas redes sociales es tan fácil desinformar con o sin intención. O bien, construirse una imagen falsa, un becerro de oro, pasarse por alguien que dice defender todo lo defendible e indefendible, dizque apoyar las causas nobles y hasta asegurar que se es un fiel devoto de la iglesia y que cumple con todos los sacramentos y mandamientos. ¿Se confesarán y dirán que son mentirosos y soberbios? Quizá no, porque ya hubieran sentido remordimiento y ya hubieran dejado de aparentar falsedades, pero lo importante es que la gente los conozca como hombres de resultados, según mencionan los incautos.

Ya chole con el museo

Cuando remodelaron el auditorio de la Casa de la Cultura, había que presumir que ya tenía aire acondicionado, nueva iluminación y asientos, por lo que cualquier evento público se celebraba en ese lugar, por parte del ayuntamiento.

Ahora todo se hace en el Museo de la Ciudad, que estaba a cargo del doctor Manolo, virtual candidato priista para la presidencia municipal.

El museo de la ciudad está muy bonito y hay que hacer que lo conozca la gente para enaltecer la figura del médico Manolo, que los asistentes entren, vean y digan: "Qué lugar tan bonito, se ve que Manolo cuida todo muy bien y si así tiene el museo, significa que así tendrá el municipio si votamos por él…"

Pero Manolo ya no es encargado del museo y además que el edificio está así desde antes que llegara él, entonces creo que al buen doctor, sus compañeros priistas y del ayuntamiento lo están haciendo saludar con sombrero ajeno y no se vale.

Porque el lugar no fue hecho para hacer ahí pachangas, convenciones, ruedas de prensa ni nada de eso que se está haciendo en estos días. ¿Qué pasa con la gente que verdaderamente esté interesada en conocer la historia de Tepa, llegue al museo y no pueda entrar porque hay algún evento totalmente ajeno?

Al rato, en uno de esos borlotes que hagan ahí, alguien dañará o hurtará una pieza valiosa y ni a quién echarle la culpa.

El museo fue un proyecto muy ambicioso y que tardó años en concretarse. Fue necesario reubicar una escuela que ahí se asentaba, conseguir recursos del gobierno estatal y federal para remodelado y conseguir por distintos medios las piezas que ahí se exhiben. No debería denigrarse el concepto nomás por hacer lucir al que hasta hace poco era su encargado.
Me ha tocado ver hasta pleitos de vecindad en ese edificio, todo por dársele un uso para el que no fue concebido.

Discúlpenos, señora

El pasado miércoles 14 al mediodía, una señora, quien no quiso revelar su nombre pero sí dijo ser lectora de 7 días desde hace varios años, llamó a la redacción para quejarse de que ya no publicamos tantas notas policiacas del municipio, cuando, en su opinión, han aumentado los robos a casa habitación y otros delitos.

Dicha mujer no fue tratada de la mejor manera por parte de esta empresa y el que esto escribe, como director de este medio y en lo personal, siente mucha vergüenza por la forma cómo fue atendida la señora.

Desde estas líneas ofrezco a la lectora -que posiblemente ya no lo sea más por la manera como fue tratada-, una sentida disculpa a nombre de todo el periódico y asimismo nos comprometemos a tomar en cuenta las opiniones y señalamientos de los lectores.

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