El miedo y la fe



Son días difíciles para los alteños. Y lo son para todo el mundo.

En otras circunstancias podías voltear a otra parte del mundo y tener esperanza de que podrías correr para donde esté menos mal.

El Covid19 ha llegado a romper paradigmas. El miedo, la desconfianza, la desesperanza parece ir ganando terreno entre algunas personas y, casi todos, buscamos una voz, una persona, una información que nos oriente, que nos aligere la perspectiva.

Entre algunos sectores, la palabra del sacerdote, del pastor, del líder de una iglesia, es suficiente para apaciguar el pensamiento. Para otros sectores, eso no es suficiente. Hay quien busca los reportes científicos, las notas informativas, para tratar de “comprender” lo que está pasando en el mundo.

Hoy todos somos columnistas, comentaristas, expertos en la información. Por lo menos a través de la mensajería instantánea.

Lo cierto es que estamos ante un proceso inédito en la época contemporánea.

Alguien me compartió una imagen del periódico El Informador, del 23 de febrero de 1920, en aquellos días México vivió una pandemia similar, pero de Influenza, y la recomendación, en aquellos días, hace un siglo, eran las misas: quedarse en casa, la cuarentena, no salir o no acudir a espacios con aglomeraciones.

Es pues, que en esto requerimos de fe, de mucha fe para que nuestros pensamientos, nuestros miedos, las angustias, no venzan nuestras fuerzas y no dobleguen nuestro espíritu.

La gente tiene muchas dudas, dudas razonables sobre qué va a pasar, qué vamos a hacer, y cuando parará esto de la pandemia.

Por lo pronto, debemos aislarnos, lo más posible. Reducir nuestro contacto físico con los demás, evitar salir a lo borras o porque ya nos enfadamos.

El tema es serio. El gobernador de Jalisco y la alcaldesa de Tepa ya se pronunciaron. Si la gente les hace caso o no, es otro tema.

El presidente López Obrador le juega al gracioso, pero cada día menos gente parece caer en sus chistes sosos.

Al margen de las preferencias partidistas o ideológicas. Sin importar si nos cae o no el gobernante, en estos días lo importante es hacer lo correcto. Y lo correcto es aislarnos, lo más posible, no ser portadores y no provocar contagios del Covid19.

Mañana será otro día, mañana podremos hacer chistes, bromas, memes o canciones, de las desgracias, como nos gusta a los mexicanos.

Hoy nos toca tener fe, provocar esperanza entre los nuestros. Creer que mañana será mejor, que detrás de esta tormenta de enfermedad, vendrá la calma.

Se escucha simple, pero es la expresión desde la esperanza, desde la fe en que esto no será para siempre, ni para todos.

Publicar un comentario

0 Comentarios