Pobreza y hambre podrían incendiar el país


Prosa aprisa
Por Arturo Reyes Isidoro
Hace ya varios años me quedé en que los dueños de tiendas de la Plaza Américas en Xalapa pagaban una renta mensual de 30 mil pesos. Se entiende que sus ingresos deberían ser considerables para cumplir el pago, más el de empleados, de las prestaciones de ley (IMSS, Infonavit), de luz y agua, de impuestos…

La semana pasada, la Unión de Retailers de México (URM) informó que entre 1,500 y 2,500 negocios cerrarán definitivamente sus puertas en plazas comerciales tan solo en la Ciudad de México, esto es, entre 9.3 y hasta 18% de las que trabajan allá, de acuerdo a información de El Financiero.

El cierre obligado por la pandemia ha dejado a los arrendadores sin recursos para el pago de alquiler.

Incluso firmas reconocidas como Starbucks, Vips y Burger King han buscado negociar  en costos, pues tan solo en abril, cuando apenas comenzaba la epidemia en el país, reportaron una caída en ventas de 67% y tenían cerrados entonces 40% de sus puntos de venta.

Pero no son las únicas. La cadena de tiendas Oxxo solicitó a sus arrendadores un periodo de gracia de tres mensualidades o una reducción de 50% en las rentas de abril a septiembre. En muchos casos no se han arreglado y la empresa no ha pagado.

En Xalapa, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Octavio Augusto Jiménez Silva, informó el sábado que 30 de sus asociados tienen problemas para pagar la renta, pero que el problema es generalizado (avcnoticias.com).

Cadenas de panaderías muy conocidas, también en Xalapa, reportan caída en sus ventas en más de 50%. Despedirán personal.

¿Cuántos negocios de las plazas comerciales que conocemos en el Estado ya no abrirán una vez que den luz verde para reactivar actividades?

Pero no solo los de las plazas comerciales. Tengo información, en el caso de Xalapa, de sus mismos propietarios, que muchos negocios varios muy conocidos y hasta referentes, ya no abrirán. Porque están negociando con sus empleados su liquidación me solicitaron no dar nombres por ahora.

A lo que quiero llegar es que todo esto al final se traduce –y se incrementará, sin duda alguna– en desempleo y, más grave, en muchos casos, en pobreza, o en el agravamiento de la pobreza.

En la cadena de almacenes Liverpool, al que más le estaban pagando eran 2,400 pesos quincenales y no sé si aparte les daban, a los de más antigüedad,  el 1% de comisión sobre lo que vendían, cuando vendían. De ahí tenían que pagar el pasaje del camión para ir y venir, más su comida, porque no les daba tiempo ir hasta su casa.

Como dijera el poblano, la cosa está tan del cocol que cuando reabran, muchos ya no serán contratados; o sea, ya ni siquiera tendrán ese ingreso.

Un estudio realizado por BBVA Research, dado a conocer el jueves pasado en varios medios de la Ciudad de México, estima que este año entre 12 y 16 millones de personas se convertirán en pobres en el país derivado de la crisis económica por el coronavirus.

Eso significa que cada día serán entre 32 mil 786 y 44 mil 808 personas, entre mil 366 y mil 867 por hora, las que ya están pasando a la condición de pobres.

Esos escenarios los planteó el banco con base en los modelos elaborados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que contemplan una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 7 y 12%.

A esos nuevos pobres se agregaría que entre 12.3 y 18 millones de personas extras pasarían al nivel de pobreza extrema.

Información similar reveló Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales (CEES), que en conjunto hizo una investigación con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), según informó el diario Reforma.

Lector, te ofrezco mi disculpa por iniciar la semana laboral con este negro panorama, pero más vale que nos vayamos preparando para una crisis que ya se presenta y cuya dimensión no nos imaginamos pero cuya consecuencia la vamos a sufrir la mayoría, no la élite del gobierno ni los muy ricos empresarios, que son los menos aunque sí los privilegiados.

Como siempre, AMLO tiene otros datos


Sobre el tema, reaccionó ayer el presidente a través de las redes sociales. Según él se va a perder solo un millón de empleos pero dijo que se generarán dos a través de sus programas sociales y sus obras emblemas como la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, más los de la Guardia Nacional y los de mantenimiento de carreteras y caminos. O sea, ya resolvió el problema, pero solo de palabra.

Empresarios veracruzanos, muy molestos


En Xalapa cruzo mucha información con empresarios diversos. Están muy molestos con el presidente López Obrador porque no los respalda para que mantengan sus negocios y no tengan que despedir a sus trabajadores, y hablo de negocios de cinco, 20 trabajadores, no más.

Me dicen que cómo es posible que en Veracruz el gobierno –el Ejecutivo y el Legislativo– esté más preocupado por una reforma electoral a la Constitución que en ver cómo evita el cierre de tantos negocios y el despido de personal; que bien se dice que el presidente está tan preocupado por los pobres que está generando más.

Nos perdemos la mayor parte del tiempo en las escaramuzas entre funcionarios, diputados, políticos y sectores de la sociedad y no reparamos en dimensionar el tamaño de la crisis que ya se empieza a enfrentar, que ya se vive.

Y Hacienda ahoga a dependencias federales


Como si lo anterior no fuera poco, ayer se reveló que el viernes pasado la Subsecretaría de Egresos de Hacienda envió un oficio a los titulares de administración y finanzas de las dependencias federales en las que les ordena, de manera “urgente y categórica”, no ejercer el 75% del presupuesto disponible para las partidas correspondientes a los capítulos 2000 Materiales y Suministros y 3000 servicios generales, esto es, que ya apretó el gasto para el resto del año.

Así, se recortan gastos en energía eléctrica, agua, teléfonos convencional y celular, internet, servicio postal, infraestructura de cómputo y arrendamiento de edificios, pero también en comunicación social, publicidad, viáticos, impresión, consumibles informáticos, combustibles y refacciones, entre muchos otros.

Adicionalmente, en conferencia de prensa, el subsecretario Hugo López-Gatell alertó a la población a que se prepare “para una epidemia larga”, que en muchas ciudades se podría prolongar de junio hasta el mes de septiembre, pues dijo que con la llegada de la influenza (en Veracruz la epidemia ya existe y es el Estado con mayor número de casos) el covid-19 podría resurgir.

Como van las cosas, podría venir un problema todavía mayor: una crisis social de grandes proporciones en la que el gobierno termine reprimiendo a la población. No soy agorero del desastre, pero no se descarte. Quienes andamos a ras de tierra constatamos que la pradera se seca cada vez más y bastará una sola chispa para incendiarla.

La crisis de desempleo y pobreza tendrá consecuencias en lo electoral. Sin duda alguna.

En general, ya nada bueno se puede esperar para este año, salvo que podamos sobrevivir. Así de grave están las cosas.

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