Ser universitario en tiempos de Covid-19


Por Psic. Diego Armando Loza Hernández

Las instituciones educativas desde cualquier nivel tenemos un reto extraordinario, el escenario actual nos inspira en muchos sentidos a renovarnos. Todos recordamos con lujo de detalle aquella noticia anunciando la suspensión de clases presenciales, la clausura de los comercios, la suspensión de las celebraciones religiosas, los centros de entretenimiento y muchos más sectores que terminaron vulnerables ante esta situación. 

 Ante ésta realidad aplica la frase de Charles Darwin: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”.

 Nos guste o no, hay que adaptarse al cambio. Pero, ¿todas las personas estamos dispuestas al cambio?. Hay de todo. Están quienes se adaptan fácilmente a los cambios, quienes directamente no aceptan el cambio, y quienes, no queriendo cambiar, saben que deben hacerlo. Algunas empresas se vieron obligadas a cerrar sus puertas, con tristeza lo anunciaban y eso generaba que muchas familias sufrieran ante esta pandemia.

 Surgieron nuevos negocios, nuevas iniciativas con tal de sobrevivir, algunos sacrificaron bienes materiales para conservar íntegra la empresa, mis sinceras felicitaciones para aquellas instituciones que tomaron medidas flexibles, para el Gobierno en el cobro de impuestos a largo plazo, se realizó una reactivación económica, algunos empresas enviaron a sus empleados a trabajar en casa, aquellos que pertenecen a grupos vulnerables.

 La actual circunstancia de esta pandemia, al igual que las guerras y desastres naturales, es motivo de reflexión e introspección al cuestionarnos: ¿qué nos pasa?, ¿por qué nos suceden estas cosas?, ¿en qué fallamos?. Existen muchas hipótesis, todo el mundo exige una explicación, rezamos con fervor por descubrir la vacuna y ante tantos miedos no muchos le dan la seriedad.

 Nuestras autoridades gubernamentales se contradicen y hemos caído en el individualismo al no seguir una misma directriz coherente. Hoy más que nunca urgen líderes sociales, empresarios, políticos, figuras académicas y científicas que remen hacia la misma dirección, la sociedad tiene esperanza que pronto pasará esta pandemia. Los estudiantes de cualquier nivel hoy nos encontramos desesperados, estábamos inmersos en la cultura tecnológica, nos convertimos en seres digitales, sin embargo hoy el estudiante exige estar de nuevo en el aula, debatir con el maestro. Sabemos de antemano que existen muchas plataformas virtuales para impartir clases y seguir laborando desde casa, desgraciadamente nos dimos cuenta que no sabemos convivir con la soledad, con nuestros seres queridos ni con nosotros mismos, actuamos con rebeldía al no quedarnos en casa y desafiar a nuestros líderes.

 En las adversidades a lo largo de la historia se encuentra el momento perfecto para que los seres humanos descubran su mejor versión, los padres de familia se dieron cuenta que sus hijos no son del todo unos "tesoritos" en el aula, tenerlos de tiempo completo implico que el padre de familia jugará roles importantes como docente, trabajador, padre de familia y muchos más.

 Esta pandemia nos trajo muchos frutos, entre ellos el gran sentido de solidaridad y resiliencia y podemos mencionar sin duda muchos ejemplos de esto. Fue en épocas de guerra cuando se inventó el Internet: una herramienta poderosa que nos conecta. La guerra que primero enfrentó a muchos y provocó tanta pérdida y valiosas vidas, fue también ocasión de inventiva humana. De igual modo, la actual crisis sanitaria que nos aísla en nuestros hogares provocó una necesidad de inventiva para permanecer unidos y mirar fuera de nuestras cuatro paredes en busca de personas a las que podamos ayudar.

 Cuando las cosas se tornan difíciles, es el momento de darle la cara a la adversidad. Sin embargo, ¿cómo hacerlo en tiempos de cuarentena?, ¿cómo mantener la esencia del compromiso social universitario? ¿Cuál es el compromiso social de las universidades en tiempos del COVID-19?.

 Nuestra misión es orientar a la comunidad Universitaria a continuar con sus proyectos de vida, estancarnos y esperar la fecha de regreso a la nueva normalidad nos arrastra a caer en una actitud conformista, ante esta situación es justo y necesario adaptarnos y continuar con nuestra vida con los debidos cuidados, tu vida debe seguir, tu carrera no la puedes dejar trunca.

 La pandemia actual, bajo nuestra perspectiva, ha permitido la fusión de dos realidades simultáneas; por un lado, los grupos vulnerables, enfermos, adultos mayores, personas con historia clínica desfavorable y enfermedades crónico-degenerativas. Y por el otro, cientos de miles de personas que se ven obligadas a quedarse en sus casas con un corazón solidario y dispuesto a ayudar. Este es el terreno sobre el cual un compromiso social universitario debe ser creativo y con innovación para salir a la luz, es por eso que en la Universidad Nueva Ciencia estamos tomando las medidas necesarias y estrictas para recibirlos con alegría y mucho entusiasmo cuando nuestras respectivas autoridades nos indiquen regresar.

 Los ojos de los alumnos de la Universidad Nueva Ciencia deben encontrar en la pandemia actual un trampolín hacia nuevas soluciones que marquen la diferencia: estar en constante búsqueda de campos de oportunidad para la difusión e implementación del compromiso social a nivel académico y mediante la acción social directa e indirecta.

 Si algún adjetivo puede definir a la actual contingencia es “renovación”, enfrentar con resiliencia, la nueva normalidad sin duda nos llevará a extender las prácticas exitosas que hoy descubrimos como oportunidades que no habíamos aprovechado, pero sobre todo nos recordará que tal vez vivíamos “tan solos” a pesar de estar rodeados de tantísimas personas. La nueva normalidad nos ha hecho detenernos para mirarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos de una “manera distinta”.

 Una vez que volvamos a vernos y a convivir en el parque, en los centros educativos, en las cafeterías y en los lugares que solíamos frecuentar antes de esta pandemia, seremos más humanos que antes; seremos más solidarios y seremos más conscientes de lo que hemos vivido. Hoy lo podemos contar, pero sobre todo vivimos para contar los unos con los otros, porque hemos transitado juntos esta etapa de adversidad con una lección de entre muchas: el aislamiento no nos impidió tender una mano de ayuda a la distancia.

 Finalmente, recordemos algo fundamental se los comparto como colaborador de esta casa de estudios, tanto maestros, como administrativos estamos preparados para recibirlos, comprometidos con su educación profesional.

 Agradezco todos su comentarios, seguiremos en comunicación por este medio.

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