Sí hubo cabalgata en Arandas y hasta los cuidó tránsito

 ¿No que no?

• Un caballo incluso resultó lesionado  

Arandas, Jalisco.- Las cabalgatas realizadas durante los festejos patrios estuvieron oficialmente prohibidas por el ayuntamiento de Arandas debido a la pandemia del virus Covid-19, sin embargo la orden no fue para todas, ya que la cabalgata en honor a Aristeo Pedroza sí se llevó a cabo sin problema y con ayuda de agentes de tránsito municipal como apoyo vial, situación que causó muchos comentarios negativos entre la población, sobre todo porque uno de los caballos terminó sufriendo un accidente al resbalarse en el concreto.

Los cambios de opinión en el ayuntamiento siguen dando de qué hablar, ya se ha hecho una costumbre que la autoridad dé tajantemente una orden y días después recule permitiendo lo antes prohibido, esta vez fue el turno de las cabalgatas, las cuales desde agosto se había anunciado que no serían permitidas durante el mes de septiembre debido a las medidas tomadas por el Gobierno de Jalisco a raíz de la pandemia.

“Esto incluye las cabalgatas de los días jueves, así como el combate de las flores del día 16 de septiembre, evite ser sancionado” decía el comunicado del 3 de agosto por parte del ayuntamiento. Días después integrantes de distintas asociaciones de cabalgatas acudieron con la alcaldesa para hablar con el tema, donde se afirmó nuevamente que las cabalgatas no serían permitidas.

“Cuidarnos todos es responsabilidad compartida, agradezco mucho a las asociaciones de cabalgantes su apoyo a esta medida para continuar con la prevención, sabemos que las cabalgatas han sido parte de las tradiciones del municipio, pero en esta ocasión ante la contingencia sanitaria que nos aqueja habremos de suspender” señaló el ayuntamiento el día 19 de  agosto.

Sin embargo, el fin de semana las cosas cambiarían por lo menos para los integrantes de la cabalgata Aristeo Pedroza, ya que se llevó a cabo la edición número 18 de este recorrido, a la cual una banda musical acompañó a las decenas de jinetes a bordo de sus caballos que paseaban por la calle principal con ayuda de agentes viales del municipio, quienes auxiliaban en las labores de circulación.

Las imágenes de inmediato comenzaron a generar comentarios, positivos y negativos, sin embargo el asunto empeoró cuando uno de los caballos resbaló en la calle, en una zona que acababa de ser reparada  por lo que estaba muy resbaloso para los caballos, el jinete, que por cierto iba hablando por celular, terminó en el suelo y el equino después de varios intentos fallidos de pararse logró hacerlo no sin antes haberse resentido en una de sus patas, luego de las aproximadamente 10 veces que resbaló al intentar ponerse en pie.

Luego de esto, el agente vial comenzó a desviar a los jinetes por la orilla para que no sucediera lo mismo, sin embargo la mayoría de ellos ya habían pasado por el lugar. 

Las autoridades no dieron ninguna declaración sobre este evento, el cual se supone no podría llevarse a cabo, pero que sí contó con su apoyo, además hubo quienes sí aplaudieron la autorización de la cabalgata ya que señalaron, las tradiciones no tendrían por qué cancelarse ya que el coronavirus no existía y eran inventos del gobierno.

¿Quién fue Aristeo Pedroza?

Originario de Tuxpan, Jalisco, donde nació el 2 de septiembre de 1900, fue un sacerdote católico y general de brigada cristero que participó en la Guerra Cristera.  Además del rango de General de Brigada obtuvo, en 1928, el de Jefe de Operaciones Militares de la región de Los Altos, por nombramiento del General Enrique Gorostieta; fue quien ordenó la ejecución del caudillo cristero más célebre, Victoriano Ramírez, el Catorce y con el fin de evitar desórdenes entre los cristeros, pues "El Catorce" era muy famoso, resolvió cumplir la sentencia de inmediato el 17 de marzo de 1929.

Se le recuerda, por otro lado, muy congruente en la disciplina y en la vida moral, ganándose por ello el mote de ‘El Puro’; también su valor en el campo de batalla y su buena visión como estratega militar.

Miembros del Ejército Federal lo pasaron por las armas en Arandas el 3 de julio de 1929, es decir, casi al calor de los “arreglos” entre la Iglesia y el Estado.