Por Gustavo González Godina
Tengo un amigo en Nebraska (USA), que se fue de México a dirigir un diario en Dallas, Texas y luego otro en Houston, para finalmente dirigir un noticiero en un canal de Televisión y terminar retirándose del periodismo. Ahora es lo que en México llamamos un contador, se gana la vida llevándole sus cuentas y presentando sus declaraciones de impuestos a algunos gringos, no sé si a muchos o a pocos, pero no le va mal, nunca le ha ido mal, es un tipo muy capaz. Antes de abandonar el periodismo tuvo que estudiar para hacer lo que hace ahora, y tiene -dice- clientes suficientes como para mantenerse y bien.
Bien. Ya había notado yo que este amigo mío simpatiza con el Partido Demócrata y que especialmente para esta elección presidencial, que será en menos de un mes, ha venido haciendo campaña en sus redes sociales contra Donald Trump. Nunca le he preguntado por qué, pues es algo que no me interesa (ni me debe interesar), aunque sí me tiene intrigado por qué apoya a Joe Biden si Él (mi amigo) es más bien de derecha.
Pocas veces henos tocado el tema, aunque estamos en contacto permanente, normalmente yo sólo veo los comentarios que hace, en inglés y en español, acerca de Trump al que se ve que detesta, pero una vez le pregunté, hace un par de meses, cuál de los dos candidatos tenía más posibilidades de ganar y me contestó sin titubear que Joe Biden, que le llevaba más de 10 puntos de ventaja a Donald Trump. Pero un mes después me dijo que Éste (el republicano) se estaba recuperando, porque el otro (Biden) burro no hacía campaña, que no sabía hablar en público y que Trump en cambio es muy agresivo y elocuente y que convence, que lo que se veía venir era un triunfo contundente del Partido Republicano.
Un mes después, en estos días recientes, ya no le he preguntado nada al respecto, no sé cómo vayan los candidatos gringos, si parejeando o ya recuperó su ventaja Biden. Lo que sé es que me acaba de preguntar algo mi amigo de Nebraska (mexicano, de Guadalajara, pero que vive legalmente en Estados Unidos), me dijo “Oye, ¿por qué muchos mexicanos apoyan a Trump?”, le contesté “Por pendejos, supongo”, a lo que insistió con otra pregunta: “No, pero muchos de nuestros amigos en Guadalajara apoyan a Trump, ¿no sabes por qué?” Le contesté “Bueno, quizás porque lo ven como una barrera de contención contra Soros, Rockefeller, los Rothschild… y lo que estos significan (casi cualquiera sabe que éstos y el resto del Club Bilderberg son los dueños del mundo y que nos quieren gobernar a todos los humanos)”. “Ah… -contestó mi amigo- se creyeron la propaganda”.
Sentí a mi amigo desencantado, decepcionado, con un dejo de frustración, y entendí que por propaganda se refería al nacionalismo de Trump, a su pretendida religiosidad, a su antisocialismo, porque se declara en contra del aborto, habla de Dios, de la Virgen, y recupera terreno… Esto le ha funcionado no sólo con los mexicanos de derecha que viven aquí, sino y -eso es lo que le interesa- con mexicanos-guadalupanos que viven allá, tengo una amiga (veracruzana) que vive en Charlotte, Carolina del Norte y que es apasionadamente republicana, discute (agriamente) en sus redes sociales con otros mexicanos que viven legalmente allá y se encabrona, argumenta y cuando más no puede termina pendejeándolos.
¿Pero a qué viene todo esto? Bueno, a que las elecciones presidenciales de Estados Unidos están en puerta, serán el martes 3 de noviembre. Y a que lo que pasa en el país vecino repercute siempre en México, se decía que si a la economía de Estados Unidos le daba un resfriado, a la de México le pegaba una pulmonía y creo que esto no ha cambiado, aunque ahora nos pega todo lo que sucede en todo el mundo, especialmente en China, en la Unión Europea, etc. ¿Quién le conviene a México como presidente de Estados Unidos? En otras circunstancias yo diría que Donald Trump, pero ya gobierna éste en México y mire cómo nos está yendo, él nos dicta la política de migración, ordena a dónde debe ir la Guardia Nacional y a cuál cártel de las drogas se debe combatir y a cuáles no.
(Curiosamente de los tres presidentes más populistas del mundo: Trump, Bolsonaro y López Obrador, que se niegan a utilizar el cubrebocas y a guardar su sana distancia, al de Estados Unidos y al de Brasil ya les dio el Coronavirus, al de México no. ¡Ánimas!)
De los demócratas, se supone que siempre han tratado mejor a México los presidentes de ese partido, pero el pasado reciente desmintió para siempre esa suposición, con el negro Obama fue cuando más mexicanos fueron deportados en la historia de la relación México-Estados Unidos; sin contar con la ideología de Biden que efectivamente es de izquierda, que está a favor del aborto y de todo lo que tradicionalmente ha prevalecido en nuestra cultura, no nos va a tratar mejor que Trump, aunque se supone que debería estar molesto con López porque éste fue a echarle una mano al republicano, pero si tienen la misma ideología Biden y AMLO, de ganar Él, los mexicanos saldríamos de Guatemala y entraríamos a Guatepeor, pues mucho me temo que promovería la aceleración de la implantación del socialismo en nuestro país.
Así que lo mismo me da que gane uno o el otro, para mí en esta ocasión los candidatos demócrata y republicano, aquel sectario y destructivo, y éste locochón (como el orate de Macuspana), están como la yunta del Tío Silao, tan malo el pinto como el colorao. ¿Usted a cuál le va?
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