• El templo estaría cerrado pero tuvieron que abrir
• No creen en el Covid-19, pero sí en los santos
Ciudad de México. - Un “covid fest” tuvo lugar en la Iglesia de San Hipólito, donde se venera a San Judas Tadeo, ya que a pesar de que estaba cerrada y se pidió que nadie asistiera, las personas hicieron caso omiso y miles de feligreses acudieron desde el miércoles a este santuario ubicado en el centro de la Ciudad de México para venerar a San Judas Tadeo, patrón de los asuntos difíciles.
La devoción a San Judas Tadeo por parte de miles de personas, en el templo de San Hipólito, este día pudo más que el COVID-19, la asistencia fue tal, y la mayoría sin cubrebocas, que el gobierno de la Ciudad de México y las autoridades de la iglesia no les quedó de otra más que abrirla el jueves para evitar una mayor aglomeración.
La señora Cristina, una feligresa, respondió que fue a pedir por sus hijas y para que le vaya bien en el trabajo, aunque consideró que hacer esas peticiones en casa tiene el mismo efecto.
Aunque uno de los jóvenes peregrinos llevó cubrebocas para regalar, la mayoría no los portaba, pese a los exhortos y a la colocación de vallas metálicas por parte de la policía capitalina, desde las primeras horas del miércoles seguían llegando fieles por las calles cercanas, como Gerardo, que dijo que prometió visitar a San Judas a cambio de que su madre sanara de COVID-19, aunque no llevaba cubrebocas.
En pocas horas se formaron tres filas que daban la vuelta a la manzana para ver al santo, aunque fuera por unos minutos. Ante la situación, se permitió acceso controlado a la iglesia a grupos de 30 personas.
Mario González, rector templo de San Hipólito, dio a conocer que las personas sólo podían estar cinco minutos para hacer su oración, recibir la bendición, dejar su ofrenda y poder salir.
“Me voy con el buen sabor de boca de que vine y cumplí, pero pues se desilusiona uno de las autoridades que dijeron que iba a estar más controlado esto y creo que no”, aseveró Gustavo Ramírez, devoto San Judas Tadeo.
Avanzaba el día y no dejaba de llegar gente, con niños de todas las edades.
Estrella, devota de San Judas Tadeo y quien está embarazada, acudió al lugar, dijo que iba a pedirle a San Juditas que su bebé nazca bien, pues primero es la fe que la pandemia.
Vendedores y fieles cumplieron mandas, pero no con la sana distancia o las medidas sanitarias.
Hubo familias completas como la del señor Raymundo, con 13 integrantes, que llegaron desde Ecatepec, siete de ellos niños. Al cuestionarle si no era muy arriesgado llevarlos en plena emergencia sanitaria, respondió: “pues, arriesgado es siempre ¿no?”
Según autoridades de la Ciudad de México, a lo largo del día se contabilizó un aforo de 20 mil personas en la zona, a las cuatro de la tarde se cerraron las puertas del templo, y los fieles que quedaban en las cercanías se dispersaron hasta después de las ocho de la noche.
Las autoridades han mostrado preocupación después de este evento ya que el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe está a la vuelta de la esquina, un festejo en el que concurren a la Basílica tradicionalmente 3 millones de personas, y se estima que hasta seis o siete millones se desplazan de todos los rincones del país.
Y aunque las peregrinaciones han sido canceladas, el templo permanecerá cerrado y se informó que la celebración sería solo de manera virtual, aunado a que se implementarán operativos para evitar que las personas se concentren en el lugar, bien podría salirse de control, justo como sucedió en esta semana con San Judas Tadeo, en el que ni todos los operativos ni el templo cerrado pudo con las personas que no creen en el virus, pero sí en el Santo.
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