Por Luis Antonio Jiménez Martínez
Muchas personas conocieron y conocen a mi madre María del Carmen Martínez Padilla "Carmelita de laboratorio", del Centro de Salud de Tepatitlán.
Siendo huérfana de padre a los dos años de edad, tuvo que trabajar a temprana edad para ayudar a su madre, y a los 14 años trabajó de secretaria con el doctor Fregoso, el cual la enseñó a inyectar y aplicar sueros, y desde entonces aplicaba inyecciones por todo Tepatitlán, en ese entonces pequeño pueblo, a quien se lo solicitaba bajo prescripción médica, y algunas personas venían por ella para inyectar o aplicar suero las personas enfermas que no pudieran salir.
Ya de casada la acompañaba siempre un hijo o dos, y hasta de rancherías venían por ella y la traían a su casa. Fue y es reconocida por las personas por la labor que hacía siempre amable y servicial, ya que mi padre se fue a Estados Unidos y casi no aportaba con dinero para el sustento, y así siguió inyectando y aplicando sueros, teniendo la primaria terminada en el colegio Chapultepec, pagada por beca del señor Gregorio Sánchez Navarro, dueño del hotel Navarro y que ya ahora se llama hotel Virreyes, para después estudiar la secundaria abierta con la maestra Prieta Aguirre en 1975. Siguió estudiando la preparatoria abierta y después tomó un curso de enfermería en el Centro de Salud, siendo el director en ese momento el doctor Arturo Ducoing Orendain, Doctor Enrique Hernández Orozco jefe de servicios de salud pública del Estado de Jalisco, Eliú Ramírez jefe de enfermeras en el año de 1973, para poder solicitar un trabajo y por fin le dieron su trabajo de enfermera en el centro de salud para mandarla de asistente de laboratorio, siendo la química de ese entonces la doctora Lupita Rodríguez López, quien la envió a estudiar a la escuela de salud pública de México para técnica de laboratorio.
Por la capacidad, interés y entrega a su trabajo, habiendo terminado satisfactoriamente en el año de 1978, regresó a su trabajo de técnica de laboratorio del centro de salud de Tepatitlán de Morelos y posteriormente en ausencia de química de laboratorio ella hacía el trabajo y los informes correspondientes de cada mes, puntual para entregar a la dirección del Centro de salud al director en su momento, encargándose del trabajo y resultados del mismo.
Después, pasando el tiempo, a sus 20 años de trabajo se jubiló para atender a su madre que estaba enferma y no había quién la atendiera.
Es motivo por el cual sus hijos le agradecemos y le hacemos una reseña breve a nuestra madre por todo el esfuerzo que hizo por nosotros, dándonos estudios a sus siete hijos y hasta donde llegamos, logrando un abogado, estadígrafo, maestro y licenciado en psicología educativa, maestra educadora y secretarias ejecutivas.
Heredándola en su vocación algunas de sus nietas, una química fármaco bióloga, otra licenciada en enfermería, dos enfermeras y dos nietos doctores.
Después hubo una invitación para que impartieran un curso de lo que habían aprendido, ella se animó y lo realizó en su casa, impartiendo un curso de enfermería y contando con el apoyo del doctor Rubén Ramos Acuña, en ese entonces director del Centro de Salud de Tepatitlán.
Inició con la inscripción de nueve estudiantes, entre ellas jovencitas y señoras. Entre la enseñanza del curso aprendieron técnicas de tipos de inyección intravenosa, intramuscular, subcutánea, técnicas de inyección de hierro, importancia de la prueba de la penicilina, así como prácticas de las inyecciones, y prácticas de vía intravenosa, canalizar técnicas de aplicación de sueros, lavado de oído, lavado de ojos, lesiones de los ojos, técnicas de vendaje, tendido de cama de enfermos, curación de heridas, prevención de infecciones, las vacunas y su importancia, cuidado de la aplicación de vacunas, vacunas DPT, vacuna anti poliomielitis, oral trivalente, vacuna triple verídica y significado, arritmia significado, técnicas y prácticas, checar presión con el equipo, toma de signos vitales y tomar temperatura entre otros conocimientos que impartió.
Terminando el curso satisfactoriamente tuvieron su misa de acción de gracias en el seminario del Sagrado Corazón de Jesús, siendo sus padrinos el doctor Rubén Ramos acuña y su señora esposa para después disfrutar de una deliciosa cena en casa del doctor Rubén Ramos.
El curso fue impartido en el mes de enero de 2003 y siguen trabajando algunas de ellas en la Cruz Roja y algunos hospitales de Tepatitlán.
Gracias madre por todo lo que nos diste con sacrificios y amor, Dios te bendiga por tan loable labor.
Tus hijos y nietos que te aman.
Dios te bendiga.
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